Las iglesias en Internet son un fenómeno cada vez más popular en USA. Algunos lo consideran una forma de conectar con las generaciones más jóvenes, acostumbradas a pasar buena parte de su tiempo en redes sociales online.
Estos portales son interactivos, un pastor generalmente dedicado por completo a los seguidores en la red, chat en directo y funciones como la posibilidad de participar de la Cena del Señor a distancia.
LifeChurch.tv, la primera en optar por este sistema, con más de 60.000 visitantes cada semana, retransmite ya en 140 países pero no deja de buscar nuevos fieles. La congregación compra anuncios contextuales en Google que aparecen cuando los internautas teclean términos como ´sexo´ o ´mujeres desnudas´ y que animan a dirigirse a su website en lugar de pecar.
La oferta va más allá de simplemente retransmitir la predicación dominical vía cámara Web o crear foros de fieles. Estos portales son completamente interactivos y los miembros de la congregación pueden tomar su propio pan y vino desde casa, a menudo a miles de kilómetros de distancia los unos de los otros.
La organización Ledership Network, que estudia y promueve la innovación dentro de la Iglesia, señala que hay al menos 40 congregaciones religiosas de fe protestante con lo que se conoce como ´campus interactivos online´.
Algunas iglesias, como Flamingo Road Church, en Florida, celebran incluso bautismos en la red. La mayoría tienen numerosos voluntarios que, entre otras cosas, controlan que los contenidos de chats y foros sean adecuados. Flamingo Road Church, cuyo campus en la red congrega cada fin de semana a unas 2.300 personas, empezó a ofrecer estos servicios en 2007 como una manera de expandirse internacionalmente.
«Puede que no estemos físicamente con ellos, pero vamos a dirigir y amar con el corazón de Cristo donde quiera que la gente está conectando con Dios online», ha señalado, Troy Gramling, pastor de Flamingo Road.
Ante la opinión de otros protestantes de EEUU que consideran que esta experiencia online es demasiado descafeinada, Troy Gramling admite que los contactos en Internet no pueden sustituir a los del mundo real, pero cree que una experiencia cristiana real no tiene por qué tener siempre lugar en un espacio físico.
Fuente: ACPress.net