Los católicos no deben tratar de convertir a los judíos sino que deben trabajar con ellos para luchar contra el antisemitismo, afirma un documento publicado por el Vaticano el pasado jueves (10).
Escrito por la Comisión de Relaciones Religiosas del Vaticano con los judíos, y sancionado por el Papa, el documento afirma que el cristianismo y el judaísmo están correlacionados, y Dios nunca anuló el pacto con el pueblo judío.
«La Iglesia Católica está por lo tanto obligada a ver la evangelización de los judíos, que creen en un solo Dios, de una manera diferente que las personas de otras religiones y visiones del mundo», cita el texto.
La solicitud es para los católicos a ser más sensibles al significado del Holocausto de los judíos y se comprometan a «hacer todo lo posible con nuestros amigos judíos para repeler tendencias antisemitas».
El Vaticano dio a conocer un diálogo teológico con los judíos desde el Concilio Vaticano II, que es rechazado por la línea tradicionalista de los católicos. Según los expertos, esta es la primera vez que el rechazo de la conversión de los judíos fue tan claramente expuesta en un documento papal.
Un alto funcionario del Vaticano dijo a la prensa que «en términos concretos, esto significa que la Iglesia Católica no realiza ni aprueba ninguna obra misionera institucional específica entre los judíos».
Los términos del nuevo documento, dado a conocer se reducen a decir que los católicos deben dar testimonio de su fe en Jesucristo a los judíos «de una manera humilde y sensible, reconociendo que los judíos son portadores de la Palabra de Dios…».
Camino al ecumenismo mundial
Si el Papa es, como la tradición católica y quien dice ser sucesor de Pedro, con este tipo de acción contradice el relato de libro de los Hechos, donde el apóstol Pedro les predicó a los judíos acerca de Jesús. Iniciando el Pentecostés, miles de ellos aceptaron a Cristo como su salvador. La iglesia Primitiva se componía principalmente de judíos convertidos.
Además, el Papa Francisco dijo hace unos pocos días que los cristianos y los musulmanes son «hermanos». Aunque son normas políticamente correctas en el mundo de hoy, también están contra de la revelación bíblica.
No en vano, cada vez en el mundo se está tratando de unir a todas las religiones en una sola (ecumenismo), suponiendo que todos sirven al mismo Dios.