Óscar Palencia López y Ana Rosa Feria Santos viven en las afueras de la ciudad de Santa Cruz de Lorica, Colombia, hace un mes Ana, tuvo a su bebé, pero ahora los padres asegura que su hijo está poseído por el diablo.
La pareja vive en un humilde barrio llamado Nueva Estrella y según ellos explican el niño está poseído por un espíritu maligno porque el niño camina, se esconde y se ríe a carcajadas como un adulto, sin embargo, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), ha afirmado que todo es una historia, pero advirtió que adelantará un seguimiento para garantizar los derechos del bebé y de sus cuatro hermanos, todos menores de edad.
El ICBF ha estado investigando, si el pequeño ha sido víctima de maltrato ya que presenta marcas en su cuerpo, que según sus padres llamaron marcas del ‘diablo’.
“Camina como un adulto, cuando quiere o cuando no lo están viendo, se ríe a carcajadas y su mirada causa cierto temor”, dice la madre del pequeño.
Los vecinos de la familia permanecen asombrados y atemorizados y muchos aseguran que el pequeño “está poseído por un espíritu maligno”. También señalan que el misterioso hecho hace parte de un “milagro”.
Según contó la madre del menor, cuando ella deja sólo al bebé, al regresar ya no lo encuentra. “A veces está debajo de la cama riéndose, se esconde en una maleta, en la lavadora o en la nevera”, señaló. Otras versiones de testigos manifiestan que el niño es capaz de producir fuego, porque han encontrado parte de sus ropas quemadas y el colchón donde reposa también fue hallado con erosiones.
Al momento no se conoce de alguien que haya visto caminar al menor, sin embargo, son evidentes varias quemaduras en las extremidades del bebé, por lo que se sospecha que se trata de un caso de maltrato infantil.
El padre, de 28 años de edad relató al diario El Universal de Colombia que su mujer dejó al bebé en la cama y cuando volvieron por él ya no estaba. Luego encontraron a la criatura debajo de la cama en la que duermen y ahí fue cuando comenzaron los sucesos extraños.
Óscar, dijo que un día su esposa lo escuchó riéndose de manera maliciosa sin parar, encaramado a un escaparate con una bolita en la mano.
La mamá del pequeño añade que no puede dormir pues escucha ruidos extraños de la casa. “Son ruidos permanentes que no me dejan quieta”, sostuvo la mujer al Heraldo.
El caso ha llegado hasta el grado de que la Iglesia Cristiana Aposento Alto, durante cuatro días ha orado y ha hecho vigilia para ahuyentar el supuesto espíritu maligno.
Fuente: Radio Santa Fe y Univisión