Una secta de rito ortodoxo de un pueblo del Volga considera al presidente ruso, Vladimir Putin, la reencarnación de San Pablo y le veneran como tal.
La secta «Rusia en resurrección» nació hace cinco años en Bolchaya Elnia, un pueblo de 600 habitantes cercano a Nizhny Nóvgorod, explicó a la AFP la representante de los lugareños, Maria Dobrovolskaya.
«Putin está representado como un santo en la pequeña iglesia de la secta y sus retratos decoran las paredes de las casas donde viven los adeptos», explicó Dobrovolskaya, quien reconoce que los habitantes del pueblo desdeñan la secta que es frecuentada por «gente llegada de otras regiones de Rusia».
El credo de esta secta se resume en el mensaje que la líder espiritual, Fotinia, envió a Putin para mantener un encuentro: «Mi nombre secular es Svetlana Robertovna Frolova (…) y Dios padre me ha hecho saber que Usted tiene lo que necesita la Rusia actual: honestidad, amor por la patria y coraje».
La diócesis de Nizhny Nóvgorod condenó enérgicamente la iniciativa: «La secta utiliza el nombre del presidente, que presenta como la reencarnación de San Pablo, para reclutar nuevos adeptos y ganar más dinero», denunció el portavoz de la diócesis, Igor Ptchelintsev.
La desaparición de la URSS provocó una pérdida de los referentes ideológicos y una crisis económica que ha favorecido la aparición de sectas en todo el país.
Univisión