Cuando el arzobispo Timothy Dolan asumió la conducción de la Arquidiócesis de Nueva York esta semana, leyó una parte de su primera homilía en español. La decisión pareció sensata, pues muchos de los católicos en la ciudad son hispanos.
Pero la Iglesia, que dependerá cada vez más de los hispanos para conservar su vitalidad, enfrenta un desafío: Un número pequeño pero creciente de latinoamericanos se está convirtiendo a religiones protestantes, particularmente pentecostales y evangélicas, al considerar que su estilo y el liderazgo ejercido por otros hispanos satisfacen mejor sus necesidades espirituales.
La conversión del catolicismo a otras organizaciones religiosas cristianas se ha acelerado en la comunidad latinoamericana en Nueva York y en todo el país durante los años recientes, lo que presenta al nuevo líder de la arquidiócesis un desafío formidable, tras asumir el puesto más prominente en el catolicismo en Estados Unidos.
La Iglesia católica pierde a gente como Corey Pagán, quien ahora es integrante de la Iglesia Cristiana Primitiva, una denominación pentecostal con un liderazgo mayoritariamente hispano y una congregación predominantemente latinoamericana, en el lado oriental del Bajo Manhattan.
«Realmente me agrada la idea de la relación que se construye aquí con los demás y cómo uno tiene también una relación con Dios», dijo Pagán. «No creo que sea posible crecer tanto en la Iglesia católica».
El arzobispo Timothy Dolan, quien habla español y puede oficiar la misa en esta lengua, ha hablado de la importancia de llegar con su mensaje a los inmigrantes.
Ello sería relevante para feligreses como Patricia Rodríguez. La mujer de 45 años, residente en Harlem, se dio una pausa a la hora del almuerzo, esta semana, para mirar la procesión afuera de la Catedral de San Patricio, en el día en que Dolan asumió como arzobispo.
Rodríguez dijo que ha visto la conversión de muchos hispanos a otras religiones, y que la arquidiócesis debe hacer más para retener a los fieles.
«Si ellos no tienen un lugar a dónde ir o el liderazgo necesario, ¿qué van a hacer? Se irán a otro lado», advirtió.
La Iglesia católica trabaja para aumentar la presencia de los hispanos en su jerarquía, y muchos templos ofrecen ceremonias en español.
Incluso con esos desafíos, el catolicismo no está en riesgo inmediato de perder su posición como la religión mayoritaria entre los hispanos. De acuerdo con un reporte emitido en el 2007 por el Pew Hispanic Center, un 68% de los hispanos son católicos, mientras que un 20% se identifica con religiones protestantes.
Pero el reporte señaló también que un 20% de los hispanos dice que había seguido otras tradiciones religiosas en la niñez, y se convirtió a otra religión o dejó de pertenecer a una Iglesia de adulto. Entre quienes cambiaron, la gran mayoría se alejaron del catolicismo.
«No hay duda de que hay un movimiento dentro de la comunidad hispana», dijo Luis Lugo, director del Pew Forum on Religion and Public Life.
Los líderes evangélicos y pentecostales hispanos no creen que la tendencia vaya a frenarse.
«El futuro del panorama religioso estadounidense será impactado drástica e indudablemente por la población hispana. Sin duda será evangélico en su naturaleza», dijo el reverendo Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional del Liderazgo Cristiano Hispano.
El fuerte vínculo entre los latinoamericanos y el catolicismo se remonta a siglos, tras la colonización española. A medida que ha crecido la presencia hispana en Estados Unidos, mediante la inmigración o las generaciones nuevas nacidas aquí, ha aumentado el número de católicos.
Pero esa conexión nunca ha sido absoluta. Otras tradiciones cristianas han tenido también presencia, y diferentes países han tenido experiencias distintas con el catolicismo. Según el reporte del Pew, un 74% de los hispanos de origen mexicano es católico, mientras que sólo el 49% de los puertorriqueños y el 68% de los dominicanos profesa esa religión.
Ello es de importancia particular en la ciudad de Nueva York, donde hay más hispanos de origen puertorriqueño y dominicano que mexicano.