EUROPA. – Los líderes europeos deben realizar un encuentro histórico con el Papa en la última semana de este mes, cuando se dirijan a Roma para mostrar sus planes para tratar de revivir una Unión Europea que está en dificultades.
Representantes de varios países dijeron que esperan que el Papa pueda ofrecer «liderazgo» del que se carece para ayudar a resolver la crisis que amenazan con destruir el bloque económico.
Según el Vaticano, veinte y ocho jefes de gobierno se reunirán con el Papa Francisco el 24 de marzo, un día antes de que todos se reúnan en la capital italiana para celebrar el 60 aniversario de la Unión Europea y poner en marcha lo que llaman el «renacimiento».
Un alto funcionario de un grupo a favor de la UE dijo que con Barack Obama saliendo de la Casa Blanca, el jefe de la Iglesia Católica ahora era «la única autoridad moral» con que los políticos europeos podían contar.
La noticia de que los hombres y mujeres más poderosos de Europa están buscando la intervención divina, representada por el Papa genera poca crítica, ya que parece que no hay respuestas claras a los problemas cada vez mayores en la Unión, amenazando con derrumbarse con los movimientos nacionalistas en diversas naciones que piden salida, como lo hizo Inglaterra.
El jefe de la Comisión, Jean-Claude Juncker, revelará un documento histórico que presenta cinco «vías para acceder a la unidad» para el futuro del proyecto, en un intento desesperado por cambiar de dirección. Se espera que el apoyo papal pueda generar simpatía por el proyecto.
Los diplomáticos de la UE discutirán sus planes con Francisco en Roma antes de realizar el debate oficial en el Parlamento Europeo, en busca de orientación sobre qué «camino» a seguir. En la actualidad, es cada vez mayor la simpatía por la idea de formar un super-Estado europeo, que una además a los miembros.
Joseph Muscat, el primer ministro de Malta, que actualmente ocupa la presidencia rotativa de la UE, dijo a los delegados que el Papa podría «proporcionar el liderazgo que los políticos pierden» ante las posiciones contradictorias sobre cómo hacerles frente a cuestiones tan complejas como la crisis de la migración, el terrorismo y la inestabilidad económica.
El primer ministro de Malta añadió: «Creo que él [Francisco] es el líder mundial, que, dadas las circunstancias, tiene las habilidades y la visión de decir las cosas que van más allá de lo obvio».
La última vez que el máximo líder de los católicos fue a los líderes del continente fue en mayo del año pasado, cuando recibió el «Premio Carlos Magno», otorgado por la Unión Europea a aquellos que se destacan en defensa de los valores europeos. En la ocasión, el Papa dijo que sueña con «un nuevo humanismo europeo».
Más recientemente, el Papa hizo declaraciones a la prensa criticando la falta de unidad de los miembros de la UE, en particular su posición sobre la inmigración, una vez que el Vaticano defendió la política de fronteras abiertas, mientras que varios países no recibían más refugiados de guerra en Oriente Medio, según informa el diario Express.
