Aplican ultimátum a un misionero cristiano holandés para que abandone la India

Hilversum. – El misionero cristiano holandés, Jim Borst, debe abandonar en plazo de una semana el estado federado de Jammu y Cachemira en la India.

Según las autoridades, el misionero Borst, “intentó convertir al cristianismo a la población local”, así lo comunicó el obispo indio, Peter Celestine, a Radio Nederland Wereldomroep.

Jim Borst, es católico y reside desde 1963 en Cachemira y desde 1997, se desempeña como director de dos pequeñas escuelas. Paralelamente está abocado a la traducción de la Biblia en el idioma local de Cachemira.

El gobierno de Jammu y Cachemira, le exigió a Borst, a abandonar el país en el plazo de una semana, según relató el obispo Celestine. Las autoridades acusan a Borst de hacer proselitismo religioso entre los niños.

Una pequeña minoría de la población de Jammu y Cachemira es cristiana y la gran mayoría es musulmana. De esta forma, este estado federado, es una excepción dentro de India, país cuya población profesa mayoritariamente el hinduismo.

Sin embargo, la India no tiene religión oficial y se considera un Estado laico. Pero las autoridades ya habían amenazado a Borst el año pasado con expulsarlo, pero finalmente quedó sólo en una advertencia. Recientemente se prorrogó su visado hasta el 2014.

Celestine, indicó que a la brevedad se entrevistará con el ministro responsable de la expulsión de Borst. El sacerdote es el único misionero de Mill-Hill en la región. Esta orden religiosa inglesa está presente en Jammu y Cachemira desde 1891. La orden se dedica fundamentalmente a tareas educativas y atención sanitaria.

El obispo Celestine, que calificó las acusaciones contra Borst, como tonterías, dijo lamentar que alguien que ha dedicado sus esfuerzos a la comunidad durante 40 años, corra ahora el riesgo de ser expulsado. Es más, Celestine, recordó que según el último censo ni siquiera ha aumentado el número de cristianos.

Mill-Hill de Holanda no está al tanto de la amenaza de expulsión de Borst de Jammu y Cachemira. De todas formas, Fons Eppink, el prior de Mill Hill en Holanda, espera que, al igual que el año pasado, no se efectivice la amenaza.

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