Al menos siete iglesias fueron incendiadas recientemente en la capital de Níger, después de que las protestas contra la caricatura del profeta Mahoma publicada por el semanario francés Charlie Hebdo derivaran en violentos incidentes en varias ciudades de este país del norte de África. Por lo menos cinco personas murieron ayer, al parecer todas ellas cristianas, lo que elevó a 10 el total de muertos en dos días de violencia en este país ubicado al sur del Sahara.
Tras la publicación una caricatura de Mahoma en la tapa del semanario Charlie Hebdo, víctima de un atentado a principios de enero que dejó 17 muertos, se han generado violentas protestas en varios países del mundo musulmán.
Centenares de jóvenes se reunieron cerca de la gran mezquita de Niamey —la capital de Níger—, bajo la consigna “Abajo Francia” y “¡Alá akbar!” (¡Alá es grande!), pese a que las autoridades habían prohibido las manifestaciones. El templo fue rodeado por decenas de policías antidisturbios vestidos con cascos y escudos, que intentaron dispersar la protesta con gases lacrimógenos.
“Vamos a romper todo. Vamos a proteger a nuestro profeta. Vamos a defenderlo aunque pongamos en riesgo nuestra sangre”, dijo un manifestante con una piedra en la mano.
Después, los incidentes se extendieron a varios barrios de la capital y también a los alrededores de la catedral, que fue fuertemente resguardada por policías antidisturbios.
“No tuvieron tiempo de prenderle fuego”, dijo a la agencia AFP un policía. El corresponsal de AFP constató que en el sur de Niamey al menos siete iglesias fueron incendiadas en las manifestaciones, en su mayoría templos protestantes y algunos de ellas sin signos religiosos visibles en el exterior. Esta es una medida de protección que toma la minoría cristiana ante la hostilidad de los islamistas.
Después, los manifestantes se dirigieron hacia el centro y norte de la ciudad, donde hay varias iglesias. Varios bares, hoteles y comercios pertenecientes a personas no musulmanas o que tenían algún cartel de alguna marca francesa también fueron destruidos. Según una fuente de seguridad, seis grupos de entre 200 y 300 personas fueron los que sembraron el caos en Niamey.
Una veintena de ulemas de Niamey instaron a los manifestantes a mantener la calma. “No olviden que el islam está contra la violencia”, exhortó el predicador Yaou Sonna, quien como el resto de dirigentes musulmanes se expresaba ante las cámaras de la televisión pública. Pero los manifestantes saltaron varios locales de la empresa francesa PMU y otros del operador telefónico francés Orange, constató la AFP.