“Apostasía colectiva: No en mi nombre”, se denomina la campaña lanzada en Asunción en la que se insta a aquellos que han sido bautizados en la fe católica y deseen desvincularse de ella a romper formalmente con la Iglesia Católica.
“El actus formalis defectionis ab Ecclesia católica, es el abandono o defección consciente de las doctrinas católicas. Se configura como una verdadera separación con respecto a los elementos constitutivos de la vida de la Iglesia: supone por tanto un acto de apostasía, de herejía o de cisma”, reza un comunicado emitido por la APRA.
Según el documento, el derecho canónico y las leyes laicas, otorgan a cada persona el derecho de elegir si pertenecer o no a la Iglesia Católica.
El sitio web de la APRA, ofrece a los interesados un modelo de “carta de renuncia de apostasía” que estos pueden presentar a la diócesis donde han sido bautizados.
Los responsables de la iniciativa, afirman que existen decenas de argumentos para abandonar el catolicismo: uno no fue consultado para recibir los servicios bautismales; está profesando otra religión o es ateo; se opone a los dogmas y mandatos católicos; simplemente no se interesó por esta religión; porque la Iglesia obstaculiza proyectos de las minorías; porque esta religión sigue inmiscuyéndose en asuntos privados; porque sabe que la naturaleza, tal vez no requirió algún creador para formarse y evolucionar, etc.
La apostasía, no solo se aplica para los ateos y agnósticos, sino que está destinada para aquellos ciudadanos judíos, protestantes, musulmanes, budistas, sijistas, y de cualquier otro credo, explicaron.
Resaltan que los pasos son sencillos: tomar la decisión de apostatar, averiguar los datos del bautismo, redactar una nota a la diócesis y enviarla al obispo regente de la parroquia donde se realizó el servicio bautismal.
Eduardo Quintana, uno de los voceros de la campaña, indicó que “la Iglesia Católica Apostólica Romana ni sus postulados dogmáticos, místicos (y por lo tanto irracionales) me representan, además de oponerme a la divulgación de ideas sobrenaturales que no condicen con la realidad material”.
La mayoría de la población paraguaya, profesa la religión católica. Los evangélicos son minoría, y ahora los ateos comienzan a hacerse notar con esta campaña.