NOTICIACRISTIANA.COM- Las relaciones amorosas, son un tema profundamente complejo, y para los cristianos, encontrar una pareja adecuada, puede ser un desafío aún mayor.
En este artículo, quiero compartir una reflexión personal, basada en mi experiencia de matrimonio con John, quien no solo es un seguidor de Cristo, sino que también ejemplifica a diario, lo que se describe en 1 Corintios 13, sobre el amor.
Al hablar de mi esposo, les aseguro que esa descripción, encaja perfectamente con él. No fue por casualidad, que él fuera cristiano cuando lo conocí, y no hubiera asentido a una relación, con alguien que no lo fuera.
Sin embargo, a pesar de mi firme creencia, de que es crucial compartir una fe común, en una relación, me encuentro a veces cuestionándome, reflexionando sobre las posibles razones, por las que alguien podría considerar salir, con un no creyente.
Entiendo que puede haber diversas situaciones, en las que las personas se sienten tentadas, a relajar sus estándares. Vamos a explorar algunas de estas razones, para ver qué dice la Biblia al respecto, y cómo podemos vivir conforme, a los principios de Dios.
1. El compromiso: el yugo desigual
Como cristianos, estamos llamados a vivir, apartados para Dios. En 1 Pedro 2:9, se nos recuerda que somos un pueblo, escogido para Su propósito. Esto implica que Dios, establece un límite claro, en cuanto a con quién podemos casarnos.
2 Corintios 6:14 nos dice: «No os unáis en yugo desigual, con los incrédulos. ¿Qué compañerismo puede tener, la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión puede tener, la luz con las tinieblas?»
Las citas, desde una perspectiva cristiana, están pensadas como un camino, hacia el matrimonio. Salir con un no creyente, significa estar dispuestos a considerar pasar la vida, con alguien que no comparte tu fe, lo que es arriesgado, como advierte Jesús en Mateo 16:26, donde señala que nada en este mundo, vale más que nuestra alma.
2. Nada serio: el peligro de la influencia
A veces, las citas pueden comenzar, como algo ligero, sin mayores compromisos, pero la realidad es que las relaciones afectan, nuestra vida emocional y espiritual. En 1 Corintios 15:33, la Biblia nos advierte:
«No os dejéis engañar: las malas compañías, corrompen las buenas costumbres». Incluso si al principio no buscamos algo serio, la influencia de una persona no creyente, puede cambiar nuestras convicciones, y hacernos ceder en nuestras creencias.
Esto es especialmente riesgoso, cuando esa persona no respeta los principios cristianos, ya que podría arrastrarnos hacia comportamientos, y decisiones contrarias a la Palabra de Dios.
3. Soledad: no confundas la compañía con la necesidad
La soledad es una emoción natural, que todos experimentamos, especialmente después de momentos difíciles, como los que hemos vivido, tras la pandemia. Sin embargo, salir con alguien, solo para combatir la soledad, puede llevar a decisiones equivocadas.
La compañía de una persona, aunque pueda ofrecerte consuelo temporal, no es un remedio para lo que realmente necesitas. En lugar de buscar una relación para llenar ese vacío, es fundamental encontrar consuelo, en la relación con Dios. La soledad no debe ser un incentivo, para comprometer nuestras creencias.
4. Citas evangelísticas: el riesgo de perder tus convicciones
En ocasiones, la idea de salir con un no creyente, se presenta como una oportunidad, para evangelizar. Aunque en algunos casos, esto puede tener un resultado positivo, es importante reconocer que para cada historia de éxito, hay muchas otras donde la fe de una persona cristiana, se ve comprometida.
Como se menciona en Malaquías 2:15, no solo estamos llamados a cuidar de nuestra fe, sino también de las generaciones, que vendrán. Cuando nos casamos, lo hacemos con la intención de criar, una familia que ame y sirva a Dios. Un matrimonio entre creyentes, es una base sólida, para esa misión.
5. Salud sexual: la pureza en el plan de Dios
En nuestra sociedad actual, muchas personas ven las relaciones amorosas y sexuales, como algo que debe satisfacer, necesidades personales inmediatas. Sin embargo, para los cristianos, la pureza sexual, es una parte esencial del plan de Dios, para nuestras vidas.
En 1 Corintios 6:13, se nos recuerda que nuestros cuerpos, no fueron hechos para la inmoralidad sexual, sino para honrar a Dios. Salir con un no creyente, especialmente si hay una atracción física involucrada, puede poner en riesgo, nuestra pureza y la integridad, de nuestra relación con Dios.
6. Dios tarda demasiado: la paciencia en la espera de la pareja adecuada
Una de las razones, por las que algunas personas consideran salir con un no creyente, es la frustración con la espera. Puede parecer que la persona cristiana compatible, nunca llegará.
Sin embargo, Salmo 25:3 nos asegura que, «ninguno de los que esperan en ti, será avergonzado». Dios tiene un plan perfecto, para cada uno de nosotros, y aunque a veces la espera sea larga, debemos confiar en Su timing, y no conformarnos con algo menos, de lo que Él ha preparado para nosotros.
Conclusión: el único sí que importa
La respuesta a la pregunta, de si está bien salir con un no creyente, depende de lo que Dios diga. Como cristianos, debemos ser fieles a Su Palabra, que nos instruye, a no unirnos en yugo desigual, con los incrédulos.
Si bien entiendo, las tentaciones y los desafíos que surgen, en las relaciones, nuestra primera prioridad, debe ser vivir conforme a los principios de Dios, sabiendo que Él tiene el mejor plan, para nosotros.
Si te encuentras luchando con este dilema, ora, confía en Dios, y espera pacientemente por la pareja, que Él tiene preparada para ti.
Artículo por: Crosswalk.com.
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