NOTICIACRISTIANA.COM.- El ayuno y la dieta son conceptos que, aunque relacionados, tienen significados distintos. En términos bíblicos, la diferencia es notable. Comparar una dieta con un ayuno es como comparar un avión con un carro. Ambos sirven para el transporte, pero uno es completamente ajeno al contexto bíblico, así lo informó el autor Mike Leake en un artículo para el portal Crosswlk.
A continuación, mostramos el desarrollo de la opinión de Mike sobre la diferencia entre el ayuno y la dieta:
La perspectiva de Wendy Speake
La autora y escritora, Wendy Speake tiene una visión interesante sobre este tema. En una entrevista, habla de su ayuno de azúcar de 40 días. Se pregunta: «¿Qué pasaría si dejáramos el azúcar durante este tiempo? ¿Nos volveríamos más tranquilos y amables?» Sin embargo, enfatiza que esto no es una dieta. En lugar de depender de azúcares, sugiere que debemos recurrir a Dios. Este enfoque resalta la diferencia crucial entre una dieta y un ayuno.
Speake acierta al señalar que confundir estos conceptos puede llevar a malentendidos. Es importante explorar esta distinción más a fondo.
La historia de las dietas
La noción moderna de dieta, enfocada en la pérdida de peso estética, no existía en la antigüedad. Aunque las personas comían ciertos alimentos, esto estaba relacionado con creencias espirituales y normas culturales. Por ejemplo, los romanos y Pitágoras seguían dietas vegetarianas por razones filosóficas, no por salud.
Además, hacer dieta era un lujo en tiempos antiguos. La escasez de alimentos hacía que la idea de restringir la ingesta fuera incomprensible para muchos. Los antiguos griegos valoraban la armonía entre cuerpo y mente, lo que se asemeja a prácticas dietéticas actuales, pero con diferencias importantes.
Cuando consideramos las «dietas bíblicas», debemos mirar a las prácticas del Antiguo Cercano Oriente. Ahí, la idea de restringir la comida para perder peso no existía. Las decisiones alimentarias estaban más relacionadas con la supervivencia y la observancia religiosa. Por lo tanto, cuando la Biblia menciona el ayuno, no debemos aplicar nuestras interpretaciones modernas.
La esencia del ayuno
El ayuno se define como una práctica espiritual donde una persona se abstiene de comer para enfocarse en Dios. Mientras que las dietas se centran en la salud física, el ayuno se dirige hacia el alma. En las Escrituras, el ayuno frecuentemente acompaña a la oración, enfatizando su propósito espiritual.
John Piper explica que el ayuno es una declaración de que deseamos a Dios más que a cualquier cosa. Si no sentimos un anhelo por la gloria de Dios, es porque hemos estado satisfechos con cosas mundanas. El ayuno nos invita a alejarnos de esas distracciones y a buscar a Dios.
Ejemplos de ayuno en la Biblia son abundantes. Jesús, por ejemplo, ayunó durante 40 días en el desierto. En el Antiguo Testamento, el ayuno era común en tiempos de luto y arrepentimiento. La iglesia primitiva también practicaba el ayuno para tomar decisiones importantes.
El ayuno recuerda a los creyentes que su necesidad más profunda es espiritual. Es una forma de comunicar que Dios es la verdadera autoridad en nuestras vidas. Wendy Speake lo resume bien: «Esto es más que una desintoxicación física». Un ayuno busca un cambio profundo en la vida, más allá de lo físico.
Importancia de la distinción
Es fundamental que los cristianos comprendan la diferencia entre una dieta y un ayuno. Aunque ambos pueden ofrecer beneficios para la salud, el enfoque y el propósito son diferentes. El ayuno se centra en lo que perseguimos, mientras que las dietas a menudo se centran en lo que renunciamos.
El ayuno puede revelar aspectos ocultos en nuestros corazones que una dieta no aborda. La privación, en cualquier forma, requiere autocontrol, pero el ayuno va más allá. Richard Foster señala que el ayuno revela lo que nos controla. Durante este proceso, emociones como la ira o los celos pueden salir a la superficie.
Mientras que hacer dieta busca mejorar nuestro bienestar físico, el ayuno se enfoca en el alma. Ambos enfoques son valiosos, pero es crucial mantenerlos separados para comprender su propósito. El ayuno tiene un objetivo espiritual que no debe ser subestimado.
Foto de portada: Christian Pure.
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