NOTICIACRISTIANA.COM.- La brujería se refiere a un conjunto de creencias y rituales asociados a individuos conocidos como brujas, y en menor medida, brujos. Estas personas son consideradas poseedoras de poderes sobrenaturales, que se derivan de conocimientos ocultos o pactos con entidades demoníacas. Este concepto es amplio y diverso, a menudo rechazado por religiones tradicionales y vinculado al paganismo, según lo informó Concepto.
Orígenes del término
Determinar el inicio del uso de la palabra “bruja” y su variante “brujería” es complicado. Su origen es incierto, y se sugiere que puede tener raíces prerromanas, posiblemente celtas o germánicas. Sin embargo, el primer registro documentado de «bruxa» se encuentra en Europa, datando del siglo XIII.
Condenas en la Biblia
De acuerdo con Got Questions la brujería, junto con hechizos y adivinaciones, es condenada en la Biblia. En las Escrituras, el término siempre se asocia con prácticas engañosas. Por ejemplo, en 2 Crónicas 33:6, se menciona al rey Manasés, quien fue castigado por sus malas acciones, incluida la hechicería. Se dice: «Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros…»
El apóstol Pablo también menciona la brujería como una de las muchas prácticas pecaminosas. En Gálatas 5:19-21, advierte sobre las obras de la carne, que incluyen «adulterio, fornicación, idolatría, hechicerías…». Es importante notar que la palabra griega utilizada en el Nuevo Testamento para «hechicería» es pharmakeia, que en la época de Pablo se refería al uso de venenos o drogas, relacionadas con la adivinación.
La brujería en culturas antiguas
Los hechiceros eran figuras comunes en la cultura del antiguo Egipto, como se menciona en Éxodo 7:11. Asimismo, la brujería también estaba presente en Babilonia, especialmente en tiempos del rey Nabucodonosor. Esto indica que estas prácticas han existido a lo largo de la historia en diversas culturas.
La ´hechicería representa un intento de evadir la sabiduría y el poder de Dios, buscando en cambio glorificar a Satanás. En Deuteronomio 18:10-12, se menciona que la hechicería es una de las prácticas abominables que rodeaban a Israel. Dios prohíbe estas acciones, describiéndolas como abominaciones: «No sea hallado en ti quien… practique adivinación, ni hechicero…».
Malaquías también se refiere al juicio de Dios sobre quienes practican la brujería, afirmando: «Y seré pronto testigo contra los hechiceros» (Malaquías 3:5). Esto subraya la gravedad con la que se considera la hechicería en las enseñanzas bíblicas.
La brujería en los últimos tiempos
Las profecías indican que la brujería continuará en los tiempos finales. La Babilonia espiritual, que simboliza un sistema religioso engañoso, seducirá a «todas las naciones» con prácticas de brujería antes del juicio final. Según Apocalipsis 18:23, este sistema religioso será responsable de la decepción de muchas almas.
El libro de Apocalipsis advierte que los hechiceros «tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre» (Apocalipsis 21:8). Este pasaje refuerza la idea de que la brujería es considerada pecaminosa y no debe ser parte de la vida cristiana.
Es crucial entender que existe una sabiduría que es «terrenal, no espiritual, del diablo» (Santiago 3:15), que es lo que ofrece la brujería. En contraste, la verdadera sabiduría proviene de Dios (Santiago 3:17). La fuerza de Dios supera con creces cualquier poder asociado a la brujería (1 Juan 4:4).
En resumen, la brujería es una práctica condenada que busca desviar la fe y la devoción hacia Dios. La Biblia enfatiza la importancia de rechazar tales prácticas, promoviendo en su lugar la búsqueda de la sabiduría divina.
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