NOTICIACRISTIANA.COM.- Jennifer Melle, una enfermera cristiana, enfrenta una investigación tras negarse a usar los pronombres preferidos de un paciente masculino que se identifica como mujer.
El paciente, un delincuente sexual infantil convicto, fue registrado como hombre en los archivos médicos, pero el NHS (Servicio Nacional de Salud) considera que la conducta de Melle podría violar su código de conducta.
El Centro Legal Cristiano (CLC), que apoya a Melle, dijo que el paciente se enojó cuando ella se refirió a él como «Sr. X» y le gritó: «Imagínate si te llamara negra ¿Qué tal si te llamo negra? ¡Sí, negra!», antes de tener que ser retenido por los guardias.
Ella le dijo: «Lamento no poder referirme a ti como ella, ya que va en contra de mi fe y mis valores cristianos, pero puedo llamarte por tu nombre».
Políticas internas
Una investigación interna encontró que las acciones de Melle podrían ser «vistas como una posible violación del código [de conducta]».
El código de conducta del Consejo de Enfermería y Partería establece que las enfermeras «no deben expresar sus creencias personales (incluidas las creencias políticas, religiosas o morales) de manera inapropiada».
Melle fue acusada de «no respetar la identidad preferida de la paciente» y le dijo que sus acciones y comportamiento habían «quedado cortos con el valor de respeto del Trust».
Melle está emprendiendo acciones legales contra Epsom y St. Helier University Hospital Trust por acoso, discriminación y violaciones de los derechos humanos.
El CLC ha criticado duramente al NHS, acusándolo de priorizar la ideología trans sobre la realidad biológica y de ponerse del lado de un pedófilo convicto mientras fingía ser del sexo opuesto. Según el CLC, esta política pone en riesgo a los empleados que defienden sus creencias religiosas y valores éticos.
Postura de la enfermera
La enfermera Melle dijo que si bien confiaba en Jesús, le preocupaba que otros trabajadores del NHS «sufrieran en silencio durante experiencias similares».
«Desde que expresé mis creencias cristianas bajo una presión extrema, he sido una mujer marcada», dijo.
«No me siento apoyada por mis colegas, ni por el NHS, tras el abuso racial y la amenaza de violencia física que recibí del paciente. Me mantuve profesional en todo momento y siempre trato a todas y cada una de las personas con dignidad y respeto», dijo la enfermera.
«Me han puesto en riesgo, pero me están tratando como a un criminal. Lamentablemente, si pones la cabeza por encima del parapeto y hablas con sinceridad sobre estos temas en el NHS, el riesgo es que te derriben, te castiguen severamente y te degraden» expresó Jennifer Melle.
«El mensaje que se me envía durante la investigación es que debo tolerar el racismo extremo y negar la realidad biológica y mis creencias cristianas profundamente arraigadas, en aras de la ‘inclusión’ y el respeto a las mentiras», concluyó la enfermera.
Un portavoz de Epsom y St. Helier University Hospitals NHS Trust dijo: «Estos asuntos aún están sujetos a procedimientos internos en curso, por lo que no sería correcto que comentáramos más».
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