NOTICIACRISTIANA.COM.- El cielo es un tema que genera muchas preguntas. Entre ellas, algunas personas se preguntan si los matrimonios en la tierra continúan en la eternidad. La Biblia ofrece respuestas claras sobre este asunto.
La pregunta de los saduceos
En Lucas 20, los saduceos intentaron desafiar a Jesús con una pregunta sobre la resurrección. Le plantearon un caso hipotético en el que una mujer se casaba con siete hermanos, uno tras otro, tras la muerte de cada uno. Querían saber con quién estaría casada en el cielo.
Sin embargo, su intención no era genuina. Los saduceos no creían en la resurrección y buscaban ridiculizar la enseñanza de Jesús. Su objetivo era ponerlo en una posición difícil y cuestionar la lógica de la vida después de la muerte, según lo informó Biblia.work.
¿Qué dice Jesús sobre el matrimonio en el cielo?
Jesús respondió con claridad: en la resurrección, las personas no se casan ni son dadas en matrimonio (Lucas 20:34-35). En el cielo, la vida es diferente a la de la tierra, y el matrimonio ya no tiene la misma función.
Mateo 22:30 refuerza esta idea, indicando que los resucitados serán como los ángeles de Dios en el cielo. Esto no significa que perderemos nuestra identidad o nuestros afectos, sino que la estructura del matrimonio ya no será necesaria.
El propósito del matrimonio en la tierra
Dios instituyó el matrimonio con propósitos específicos. Uno de ellos es la compañía. Génesis 2:18 dice: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. En la tierra, el matrimonio provee apoyo y compañía, algo que en el cielo no será necesario, ya que todos estarán en perfecta comunión con Dios y con los demás creyentes.
Otro propósito del matrimonio es la procreación. Dios ordenó a la humanidad “Fructificad y multiplicaos” (Génesis 1:28). Sin embargo, en el cielo no habrá reproducción, pues quienes llegan allí lo hacen por la fe en Cristo, no por nacimiento físico.
¿Habrá relaciones significativas en el cielo?
El hecho de que no haya matrimonio no significa que las relaciones terrenales desaparecerán. Es probable que los esposos en la tierra se reconozcan y mantengan un vínculo especial. Sin embargo, ese vínculo no será de la misma naturaleza que en la vida terrenal.
La Biblia enseña que en el cielo experimentaremos un amor más puro y profundo. No será un amor basado en necesidades humanas, sino en la plenitud de la presencia de Dios. El amor en el cielo será mayor que cualquier amor experimentado en la tierra.
El matrimonio de Cristo y la Iglesia
El matrimonio terrenal es un reflejo del amor de Cristo por la Iglesia. Efesios 5:25 dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. En el cielo, este reflejo ya no será necesario porque estaremos en la presencia del amor perfecto.
Apocalipsis 19:6-9 describe la gran boda celestial: la unión entre Cristo y su Iglesia. En ese momento, todos los creyentes participarán de una relación de amor y comunión incomparable con Dios.
Viviendo con la eternidad en mente
Para algunas personas, la idea de no estar casados en el cielo puede parecer triste. Sin embargo, Dios ha preparado algo mucho mejor de lo que podemos imaginar (1 Corintios 2:9). El cielo será un lugar donde no habrá soledad, sufrimiento ni carencias, sino una alegría y plenitud inimaginables.
Mientras estamos en la tierra, debemos valorar las bendiciones que Dios nos ha dado, incluido el matrimonio. Pero también debemos recordar que nuestro destino final es mucho más glorioso de lo que podemos comprender. En el cielo, disfrutaremos del amor de Dios en su máxima expresión y seremos parte de la mejor boda de todas: la de Cristo con su Iglesia.
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