NOTICIACRISTIANA.COM.- Un estudio astronómico basado en datos de la NASA y la Universidad de Oxford sugiere que Jesús fue crucificado el 3 de abril del año 33 d.C., coincidiendo con un eclipse lunar parcial visible en Jerusalén durante la Pascua judía.
Este fenómeno podría estar vinculado a los relatos bíblicos que mencionan oscuridad durante la crucifixió de Jesús. Mateo 27:45 afirma que hubo tinieblas desde el mediodía hasta las tres de la tarde.
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El día glorioso de Jesús
Para los creyentes, este es un reflejo impresionante de los pasajes proféticos de la Biblia. Una traducción de Hechos 2:20 dice: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de la llegada del día grande y glorioso del Señor”.
Este pasaje, dicho por el apóstol Pedro 50 días después de la crucifixión, se refiere a una profecía del Antiguo Testamento sobre el fuego y el azufre. Joel 2:28-31 advierte: «El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y terrible de Jehová».
Aunque algunos eruditos interpretan estos versículos como una profecía de la segunda venida, otros –como Humphreys y Waddington– sostienen que narran los fenómenos extraordinarios que ocurrieron el día de la muerte de Jesús.
Los científicos Colin Humphreys y W. Graeme Waddington explican que la luna habría adquirido una tonalidad rojiza, reforzando la narrativa bíblica. También consideran que una tormenta de arena podría haber causado la oscuridad, un fenómeno común en Judea.
Aunque el tema aún genera debate, la teoría ofrece un nuevo puente entre la ciencia y la fe, al conectar eventos celestes con los textos sagrados.
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