NOTICIACRISTIANA.COM.- La cultura actual ha influenciado a muchas mujeres a ver la maternidad como un obstáculo para su desarrollo personal. El feminismo ha promovido la idea de que las mujeres serán más felices si en lugar de ser madres priorizan sus carreras y su independencia.
A las jóvenes que enfrentan embarazos no planeados se les dice que «ese bebé será un estorbo para tu carrera, tu futuro, tu vida», lo que refuerza la idea de que los hijos son una carga.
Y no solo es el feminismo como movimiento, la sociedad también ha difundido diversas afirmaciones que presentan la maternidad como una dificultad, tales como: «Los hijos son un estorbo a la economía familiar», «Los hijos son una carga emocional insoportable», o «Tus hijos son un estorbo para tu paz mental, tu estatus social y tu futuro exitoso».
Muchas madres han adoptado estos pensamientos, justificando su inconformidad con la maternidad y alineándose con una visión que prioriza el individualismo.
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La perspectiva bíblica sobre los hijos
En contraste con la visión cultural, la Biblia considera a los hijos como un regalo de Dios. En el pasaje de Mateo 11:28, donde Jesús dice: «Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar», con esto podemos aprende que Dios provee fortaleza incluso para la crianza. Además, el Salmo 127:3: «Un don del Señor son los hijos, y recompensa es el fruto del vientre», reafirma que ser madre es una bendición.
Incluso mujeres creyentes pueden caer en pensamientos negativos sobre la maternidad, preguntándose si su vida sería mejor sin hijos. Sin embargo, se anima a las madres a confiar en Dios y a criar a sus hijos con base en Su Palabra. Aunque la crianza puede ser difícil, Dios provee consuelo, amor y fortaleza para cumplir con esta misión.
Un regalo que transforma vidas
Ser madre no es fácil. Hay días agotadores, momentos de dudas y desafíos que parecen demasiado grandes. Es normal sentirse abrumada, cuestionarse si se está haciendo bien o incluso preguntarse cómo sería la vida sin hijos. Pero la verdad es que la maternidad no es un peso que se carga, sino un regalo que transforma vidas, empezando por la de quien los cría.
Cada sonrisa, cada abrazo, cada lección que se enseña es una oportunidad para crecer, para amar y para aprender a depender de Dios. Él no se equivoca. Si puso a estos niños en tu vida, es porque te ha dado la capacidad de guiarlos, de formar su carácter y de mostrarles el amor que Él tiene para ellos.
A veces, el mundo grita que los hijos son un obstáculo. Pero Dios susurra que son una bendición. En medio del cansancio, del caos y de las responsabilidades diarias de una madre, recuerda esto: no estás sola. Dios camina contigo, te fortalece y te da gracia en cada etapa de la maternidad.
Mamá, tú eres importante. Lo que haces cada día en la vida de tus hijos tiene un propósito eterno. Aunque no siempre veas los frutos inmediatos, tu labor está sembrando semillas que darán fruto en el tiempo perfecto de Dios. Ánimo, sigue adelante. Estás formando vidas que impactarán generaciones.
Artículo adaptado. Original de Avivanuestroscoracones.com
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