NOTICIACRISTIANA.COM.- En medio de una cultura que redefine el amor y la familia, el llamado a redescubrir el diseño de Dios para el matrimonio se vuelve urgente. Así lo sostiene Jeff Johnston en su artículo para Enfoque a la Familia, donde argumenta que esta institución no solo es esencial en términos teológicos, sino también sociales, emocionales y culturales.
1. Una unión sagrada con propósito eterno
El matrimonio no es un invento humano, sino una institución divina. Según Génesis 1 y 2, Dios creó al ser humano como hombre y mujer a Su imagen, y los diseñó para unirse en una relación que refleja Su carácter.
Esta complementariedad no solo responde a un anhelo natural de unidad, sino que manifiesta el plan de redención. Como afirma el apóstol Pablo en Efesios 5, el matrimonio representa la relación entre Cristo y Su Iglesia. Por eso, proteger el matrimonio entre un hombre y una mujer no es una batalla cultural: es preservar una verdad eterna que apunta directamente a la redención divina.
Jim Daly, presidente de Enfoque a la Familia, explica: “Nuestro testimonio de la belleza del matrimonio adquiere mayor valor cuando la cultura lo desecha”. En tiempos de confusión, el testimonio fiel se convierte en faro.
2. Beneficios medibles para los cónyuges
Más allá del sentido espiritual, el matrimonio ofrece beneficios concretos. Autores como Glenn Stanton y Linda Waite han documentado cómo el matrimonio mejora la salud física, reduce la ansiedad y fortalece emocionalmente. Personas casadas reportan mayor felicidad, recuperación más rápida frente a enfermedades e incluso mejores indicadores económicos.
Por ejemplo, un estudio de Marriage and Religion Research Institute indica que las parejas casadas tienen más estabilidad financiera y emocional. Estas verdades coinciden con las Escrituras: “Mejor son dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo” (Eclesiastés 4:9). Lo que la Biblia enseña, la sociología lo confirma.
3. El mejor entorno para los hijos
Una parte esencial del diseño matrimonial es su rol protector hacia los hijos. La unión de un hombre y una mujer casados ofrece el entorno más seguro y equilibrado para el desarrollo infantil. Estudios muestran que los niños que crecen con sus padres casados tienen, en promedio, mejor salud, mejores logros académicos y menos trastornos emocionales.
Más aún, Daly recuerda que históricamente el matrimonio no solo unía adultos enamorados, sino que protegía a los hijos nacidos de esa relación. En sus palabras: “El matrimonio, el sexo y la procreación estaban unidos por diseño”. Desligarlos es ignorar siglos de sabiduría estructural.
4. Fundamento para una sociedad fuerte
La estabilidad social comienza en el hogar. Cuando los matrimonios fallan, aumentan la pobreza, la deserción escolar y la criminalidad. En cambio, una sociedad donde las familias se sostienen sobre matrimonios comprometidos cosecha seguridad, crecimiento económico y desarrollo humano.
Enfoque a la Familia subraya que si los jóvenes quieren transformar el mundo deben empezar por reconstruir el núcleo: la familia basada en el pacto matrimonial. El matrimonio no solo edifica hogares; edifica civilizaciones.
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