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La violencia sexual como arma contra mujeres cristianas

La violencia sexual como arma contra mujeres cristianas
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NOTICIACRISTIANA.COM.- En muchos países donde ser cristiano se considera un delito, las mujeres —como madres, esposas e hijas— enfrentan una persecución diseñada para destruir desde adentro las comunidades creyentes. Según Voz de los Mártires Canadá, este ataque no es aleatorio.

“Lo que vemos que enfrentan las mujeres es que a menudo son atacadas y traficadas […] por su identidad en Jesús”, explica Kate, socia del ministerio.

Los métodos incluyen trata transfronteriza, matrimonios forzados y agresiones sexuales sistemáticas.

La “pureza” como símbolo vulnerable

El daño está dirigido estratégicamente a lo que los agresores perciben como el símbolo central de la dignidad cristiana: el cuerpo de la mujer. Como explica Kate:

“Debido a la pureza percibida que representa su comunidad, los que quieren quebrar a la comunidad cristiana saben que si violan y quebrantan a las mujeres, rompen todo el núcleo de esa misma identidad de esa sociedad.”

Silencio dentro de la propia iglesia

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La violencia no termina con el acto. Muchas víctimas se enfrentan luego a exclusión y vergüenza dentro de sus propias congregaciones:

“La razón por la que violar a las mujeres de esta manera es tan eficaz es por el pobre estatus y la voz que a menudo tienen dentro de la propia comunidad eclesiástica”, dice Kate. La vergüenza las silencia. En algunos casos, incluso son vistas como malditas.

Esto, añade, se debe a una distorsión de las creencias bíblicas y normas culturales que deben ser confrontadas.

Sanar la raíz: restaurar dignidad desde la fe

Para contrarrestar esta narrativa, Voz de los Mártires ha lanzado programas de restauración teológica, especialmente en el sur de Asia. A través de historias bíblicas como la de Agar, la mujer samaritana o el trato de Jesús hacia las mujeres, buscan devolver la voz y dignidad a quienes han sido silenciadas.

“Y como su pastor, hermano o padre, nos aseguraremos, con su permiso, de que ella tenga una voz, o que seamos su voz para ella”, afirma Kate.

Un llamado global

Desde el ministerio, instan a orar para que el Evangelio no solo se extienda, sino que sane las heridas sociales y culturales que afectan a las más vulnerables.

“Si no comprendemos plenamente la violencia que sufren las mujeres, entonces realmente no estamos comprendiendo a amplios sectores de la Iglesia en todo el mundo”, concluye Kate.

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