NOTICIACRISTIANA.COM- La noche del martes 1 de julio, una noticia estremeció a toda la comunidad de Malacatán: el Pastor Rolando Chilel, líder espiritual de la Iglesia Profecía Universal, y su madre, Doña Margarita Ramírez, fueron encontrados calcinados dentro de la cajuela de su propia camioneta.
Era un hombre de fe. Su vida estuvo dedicada a la oración, la predicación y al consuelo de los más necesitados. Su madre, una mujer incansable, estuvo siempre a su lado, apoyándolo en cada paso, sin soltar jamás su mano. Juntos partieron de este mundo en circunstancias desgarradoras.
Según versiones preliminares, personas armadas interceptaron al pastor y a su madre cuando se dirigían a su vivienda.
Fueron llevados a un lugar apartado, donde sus agresores les arrebataron la vida de la forma más cruel: con fuego. La escena fue descubierta en un paraje solitario del municipio, donde bomberos y autoridades acudieron tras recibir una alerta ciudadana.
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Amenazas al pastor
La tragedia ha dejado en silencio a su congregación y con el alma rota a todo un pueblo que los quería y respetaba.
De acuerdo con los primeros informes, el pastor había recibido amenazas semanas atrás por parte de individuos que se oponían a su labor evangelizadora en la región.
Las autoridades han iniciado una investigación para dar con los responsables, mientras la comunidad clama por justicia.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia,” solía decir el pastor Rolando desde el púlpito. Hoy, esas palabras cobran un sentido dolorosamente profético.
Malacatán despide a un hombre de fe, y a una madre valiente. Que descansen en paz.
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