NOTICIACRISTIANA.COM- En medio de una profunda crisis económica, el gobierno de Cuba anunció en mayo nuevas restricciones al acceso a internet, elevando las tarifas y limitando la cantidad de datos por usuario.
La medida ha hecho que la conectividad se vuelva inaccesible para miles de ciudadanos, afectando especialmente a las iglesias, que dependen de las herramientas digitales para mantener su labor pastoral y comunitaria.
Según la organización Puertas Abiertas, millones de cubanos perdieron el acceso a la red sin previo aviso después de que la empresa estatal de telecomunicaciones ETECSA impusiera un nuevo sistema de cuotas. Bajo el esquema actual, los usuarios solo pueden adquirir 6 GB por 360 pesos cubanos (unos 15 dólares estadounidenses).
Los datos adicionales deben pagarse en dólares, con precios que alcanzan los 140 dólares por 3 GB, una cifra imposible para la mayoría de la población. Una vez agotado el plan, el usuario no puede reconectarse hasta el siguiente mes.
“El internet se volvió vital para nuestro ministerio, y de repente se cortó sin previo aviso”, relató Liliana*, líder cristiana entrevistada por Puertas Abiertas.
“Desde que comenzó este nuevo sistema de cuotas, ha sido difícil continuar con nuestro trabajo”, añadió. En las zonas rurales, donde el internet permitía superar la distancia y la falta de transporte, la labor pastoral se ha visto especialmente afectada.
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Bloqueados en Cuba
Las autoridades justifican la medida alegando que busca garantizar la “sostenibilidad del servicio”, pero líderes religiosos aseguran que el objetivo real es mantener el control sobre la información.
“Aprueban estas leyes porque temen perder el control. Muchos sitios web ya están bloqueados en Cuba”, señaló Edward*, otro líder cristiano.
Cuba ocupa actualmente el puesto 26 en la Lista Mundial de Vigilancia 2025 de Puertas Abiertas, que identifica a los países donde los cristianos enfrentan mayor persecución. Desde 1959, el régimen comunista ha mantenido un férreo control sobre las iglesias, imponiendo restricciones, multas y amenazas a quienes se atreven a expresar su fe con libertad.
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