NOTICIACRISTIANA.COM.- Más de treinta cristianos fueron decapitados en el norte de Mozambique por militantes del Estado Islámico Provincia de Mozambique (ISMP), según imágenes difundidas por el grupo. Los ataques se concentraron en las provincias de Cabo Delgado y Nampula, donde también se incendiaron iglesias y viviendas. El Instituto de Investigación de Medios de Medio Oriente (MEMRI) documentó ejecuciones y disparos a corta distancia en una campaña de terror contra la población civil.
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Ataque a cristianos
Durante la última semana de septiembre, el ISMP se atribuyó múltiples atentados. El jueves, dos cristianos fueron decapitados en Chiure-Velho; el viernes, otro fue asesinado en Nacocha y se incendiaron dos iglesias. El domingo atacaron Macomia, mataron a cuatro personas y saquearon sus pertenencias. El lunes, otro cristiano fue decapitado, y el martes se reportó la quema de cien casas y una iglesia en Nampula.
El grupo publicó: “Con el éxito de Alá, los soldados del Califato atacaron la aldea, quemaron la iglesia y las casas, y regresaron sanos y salvos”. Defense Post citó a residentes que relataron asesinatos nocturnos y secuestros, incluyendo a una mujer con sus hijas. Otro testigo afirmó que un joven fue ejecutado por negarse a entregar las pertenencias de su padre.
Cooperación militar entre Mozambique y Ruanda
El 27 de agosto, los ministros de Defensa de Mozambique y Ruanda firmaron un acuerdo para ampliar el despliegue militar en Cabo Delgado. A pesar de los esfuerzos conjuntos, los ataques persisten. En septiembre, el ISMP operó en seis distritos, incluyendo Mocímboa da Praia, donde realizaron incursiones casa por casa. Las autoridades buscan intensificar la estabilización de la región.
La violencia ha desplazado a más de un millón de personas desde 2017, según la ONU. Solo en julio, 46,000 personas huyeron en ocho días, el 60% eran niños. Médicos Sin Fronteras suspendió operaciones en Mocímboa da Praia y lanzó una respuesta de emergencia. El ministro de Defensa reconoció que las ofensivas no han logrado contener a los insurgentes.
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