NOTICIACRISTIANA.COM.- Reginaldo Batista Cardoso, padre de una familia cristiana brutalmente asesinada en Brasil, dio declaraciones por primera vez luego de la tragedia, así lo informó el medio de comunicación Guiame.
Entre la noche del viernes 24 y la madrugada del sábado 25 de noviembre, el albañil Gilberto Rodrigues, asesinó y violó a la esposa de Reginaldo, Cleci Calvi Cardoso, y a sus tres hijos, una hembra de 19 años, una niña de 10 y un varón de 12.
Según las investigaciones, el asesino, primero, acabó con la vida de la madre; luego, con la hija mayor cuando esta salió de la habitación al escuchar los ruidos, posteriormente atacó al pequeño y, por último, asfixió a la hija menor.
Durante el ataque, Reginaldo se encontraba en Paraná. En medio de su viaje intentó comunicarse con su familia sin obtener respuestas.
Reginaldo alertó a las autoridades tras no saber nada de sus parientes.
La policía descubrió el crimen recién el lunes 27 de noviembre. Elenara Calvi (hermana de Cleci), fue la primera familiar en llegar a la escena.
Criminal
La policía dio con el responsable de los hechos, luego de recibir una llamada anónima donde lo acusaban, así lo informó el abogado Conrado Pavelski.
El atacante confesó que ingresó a la casa por una ventana de baño. Asimismo, informó que su intención era robarlos.
El hombre también dijo que el crimen lo realizó bajo los efectos de las drogas.
Según la abogada, Dayany Arruda, el asesino tenía dos órdenes de aprehensión en su contra.
La especialista en leyes dice que el Estado debe hacerse responsable de que un hombre con este historial penal haya estado viviendo libremente en sociedad.
Familia cristiana
La familia víctima del crimen era cristiana y se congregaba en el municipio brasileño de Sorriso en la Asamblea de Dios.
Tras enterarse del crimen de la familia Batista Calvi, la iglesia que frecuentaban dedicó una publicación en redes sociales para expresar sus condolencias.
Por su parte, Reginaldo, le dijo al medio de comunicación SBT Comunidade: “Morí junto con ellos. Este tipo también acabó con mi vida. Me mató junto con ellos”.
Después de que ocurriera el crimen, pidió consuelo por parte del Señor, así como justicia sobre su caso.
“Que el Señor Dios y el Espíritu Santo consuelen los corazones en este momento de dolor y tristeza”, dijo.
“Creo mucho en Dios. Espero que la justicia sea rápida y segura. Que este tipo no vuelva a salir nunca más de la cárcel, que pague el resto de su vida. Eso es lo que quiero”, concluyó Reginaldo.
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