Pakistán.- Asia Bibi, la mujer cristiana que fue condenada el día 8 de noviembre de 2010 a la horca por una corte del distrito de Nankana, por el delito de blasfemia contra el Profeta Mahoma, ha llegado a su fin.
Asia, (40 años de edad) había pasado encarcelada por mucho tiempo, pero hoy ha sido juzgada por un tribunal «bajo la evidente presión de los extremistas islámicos», y «una venganza personal», publica la agencia Fides.
Durante estuvo en la cárcel a Asia Bibi, la quisieron matar, también los musulmanes extremistas decían que si la liberaban la asesinarían. A Bibi, los musulmanes le dieron la oportunidad de convertirse a la religión musulmana, pero ella rechazó la propuesta.
Según la agencia Fides, existe un defecto evidente en el procedimiento: durante la investigación preliminar y en los interrogatorios realizados por la policía tras la denuncia, Asia no tuvo un abogado: por esto el proceso podría ser invalidado. Es lo que indica en una nota enviada a Fides, el Centro de Estudio de influencia musulmana «Jinnah Institute», en Karachi. Nominada como el fundador de Pakistán, Muhammad Ali Jinnah, el instituto es un «think tank» compuesto por los intelectuales musulmanes y presidido por el parlamentario Rehman Sherry. Investiga en el campo del derecho, los derechos humanos, el estado de derecho y promueve la Constitución de un Pakistán democrático y laico, como él quería Ali Jinnah.
La nota de «Jinnah Institute» sobre Asia Bibi llama la atención sobre el caso de la mujer que durante más de un año languidece en las cárceles de Sheikhupura en Punjab. Para su liberación, incluso el Papa Benedicto XVI lanzó un llamamiento en noviembre de 2010. El abogado ahora ofrecido por la «Masihi Fundación» – que se ha hecho cargo de su caso – está preparando la solicitud de recurso ante el Tribunal Superior, pero también existe la posibilidad de un indulto presidencial. Su historia está en la base de los asesinatos de Salman Taseer, gobernador de Punjab, y de Shabhaz Bhatti, Ministro Federal para las minorías religiosas, que la había defendido.
El Instituto Jinnah informa que desde el principio, el caso judicial de Asia Bibi se vio empañado por las irregularidades y manipulaciones. La «Comisión Nacional sobre la Condición de la Mujer», tras una reunión con Asia Bibi en la cárcel, se encontró con que «sólo 8 días después del incidente – en el que Asia habría pronunciado frases blasfemas – Qari Muhammad Salim, un líder religioso musulmán local,usando tres mujeres en calidad de testigos, pudo presentar una queja formal (Primer Reporte de Información, FIR) sobre la base de que Asia ha sido arrestada».
Durante los 8 días se han orquestado las denuncias en contra de Asia. Estas circunstancias sospechosas – nota del Instituto Jinnah – se describen en el informe escrito por Shabhaz Bhatti y Salman Taseer y fue entregado al presidente de Pakistán, Ali Zardari. El informe destaca que «el juez la condenó por las presiones de los extremistas islámicos, haciendo caso omiso a los verdaderos hechos».
Estas presiones son nocivas para el sistema, nota El Jinnah Institute, recordando el asesinato del juez del Tribunal Superior de Lahore, Arif Iqbal Bhatti, quien fue asesinado en 1997 cuando emitió una sentencia absolutoria a dos niños cristianos, Salamat Masih y Rehmat, condenados a muerte por blasfemia en 1995 por un tribunal de primera instancia.