NOTICIACRISTIANA.COM- En un conmovedor acto de fe, y dedicación, Allice, una niña de 10 años, logró lo que muchos adultos, consideran difícil: guiar a su madre hacia Cristo.
Según Missoesurgente.com, residiendo en Minas Gerais, Allice comenzó a asistir a la Iglesia Adventista, con su abuela.
Pronto, aceptó a Jesús como su Salvador, y se comprometió activamente, con los programas de la iglesia, incluyendo el Club de Conquistadores, donde se destacó, por su participación.
Mientras tanto, su madre, Larissa Assis, mantenía su distancia de los caminos del Señor, y se mostraba reacia, a asistir a la iglesia.
Esta situación, causaba tristeza a Allice, quien no podía evitar desear, ver a su madre en el cielo. “Quiero ver a mi madre en el cielo”, expresó con lágrimas en los ojos.
La pequeña fue un ejemplo para su madre, mostrando una fe inquebrantable, especialmente en su compromiso, con los diezmos y ofrendas. «Sólo estoy devolviendo, una parte de todo lo que Dios me da», decía Allice, un testimonio de su devoción.
Estas acciones conmovieron, profundamente a Larissa, quien comenzó a reflexionar, sobre la obediencia a Dios. A través de las oraciones de Allice, y la fidelidad de su hija, Larissa sintió la llamada, del Espíritu Santo.
La decisión de su madre
Finalmente, en septiembre, tomó la decisión de entregarse a Cristo, y fue bautizada junto con 730 nuevos creyentes, en un emotivo evento organizado, por la Iglesia Adventista.
“Decidí tomar esta decisión, porque entendí que mi propósito en esta Tierra, es conocer a Jesús, y darlo a conocer a todos”, testificó Larissa, en una entrevista con Noticias Adventistas.
Este acto de fe, demuestra cómo la persistencia y la oración de un niño, pueden tener un impacto profundo, en la vida de los adultos.
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