REINO UNIDO.- Un periódico británico publicó una grave queja en su último número. Más de cuatro mil soldados del Estado Islámico entraron a Europa disfrazados como refugiados. Estos miembros de la organización terrorista musulmana se unieron a los fugitivos de guerra y cruzaron el mar Mediterráneo con el fin de llegar a Italia, luego Alemania y Suecia.
Según el Sunday Express, esta infiltración de militantes es parte de un elaborado plan de «venganza por los ataques aéreos contra las posiciones del grupo», realizado por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Una fuente del EI, que pidió no ser identificado, dijo: «Queremos establecer el califato no sólo en Siria, sino también en el mundo entero».
Para el director del Instituto Ruso de Estudios Políticos Aplicados, Grigory Dobromelov, la crisis migratoria en Europa es un «fenómeno artificial». “Hasta ahora no había ese movimiento, y de repente, después de cuatro años de conflicto, miles de personas deciden ir a territorios europeos”, resaltó Dobromelov.
El caos existente en las fronteras de la Unión Europea contribuye a la penetración incontrolada de ilegales. No hay servicio secreto en estos países que pueda detectar a los sospechosos en este grupo de inmigrantes.
Curiosamente, videos muestran que muchos refugiados musulmanes se negaron a aceptar donaciones por la Cruz Roja, precisamente porque las cajas contenían cruces, un símbolo cristiano. Es decir, que prefieren pasar hambre y sed que aceptar algo de un cristiano, pero piden asilo ¿en países cristianos?
Musulmanes radicales que pretenden ser cristianos
El Daily Mail, otro periódico inglés importante, también presentó una queja. Miles de musulmanes, incluidos los radicales, pretenden ser cristianos para entrar en Europa. Consciente de las dificultades impuestas por algunos países a los islamistas, el artificio de mentir acerca de su religión, es sólo una estrategia que facilitará su entrada.
En lo que se considera la mayor crisis humanitaria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, se espera pronto una ola de ataques terroristas contra Europa.
En medio de este movimiento, cientos de refugiados buscaron asilo en Israel. Sin embargo, la negativa de Israel, por parte del primer ministro, Benjamin Netanyahu, fue duramente criticado por los medios. «No vamos a dejar que Israel se hunda por una ola de inmigrantes ilegales y terroristas militantes», dijo.
Desde la independencia de Israel, Siria es considerado un enemigo de Israel y los dos países fueron a la guerra en 1967.
Paradójicamente, los medios de comunicación internacionales han cuestionado poco por qué los países ricos árabes del Medio Oriente no son el objetivo principal de esta acogida de refugiados que es casi de 4 millones de personas.
La cercanía geográfica, lingüística, cultural y religiosa es mucho mayor. Además, en muchos de estos países las condiciones de vida y de trabajo son mucho mejores que en los países europeos.
«¿Adivina cuántos países del Golfo se ofrecieron como voluntarios para recibir a los refugiados?», preguntó en Twitter el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth. La respuesta es «Cero», dijo en un informe de Amnistía Internacional, refiriéndose a cinco estados ricos del Golfo: Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Kuwait y Bahrein.
Para el Washington Post, la razón es clara: «En diferentes maneras, grupos de Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait han invertido en el conflicto sirio», dijo el periódico.