Nínro Ruíz Peña
EE.UU.- El pastor John MacArthur, líder de la Grace Community Church y autor de decenas de libros campeones en venta, tiene posturas teológicas conservadoras bien conocidas. Por el análisis del movimiento relativamente nuevo dentro del segmento evangélico abogando por la «justicia social» como una prioridad, dijo que, de hecho, es un intento de desviar la atención del Evangelio.
«Esta obsesión reciente de segmentos evangélicos con la defensa de la justicia social es un cambio significativo. Estoy convencido de que es una idea que aleja a muchas personas del mensaje principal, incluso a algunos líderes evangélicos. Se trata de una trayectoria que muchos otros movimientos y denominaciones ya han caminado, siempre con resultados espiritualmente desastrosos», evalúa.
Para MacArthur, que tiene un conocido ministerio de apologética, este mensaje político que se infiltra sordamente es «una amenaza sutil y peligrosa». Cuestiones actuales, como el pretendido combate al racismo, igualdad de género y defensa de pautas que históricamente se asocian con movimientos de izquierda, son distintas de la «justicia bíblica» que tiene parámetros muy diferentes.
«Yo abomino el racismo y toda la crueldad y los conflictos que él genera. Pero estoy convencido de que la única solución a largo plazo para todo tipo de embates sociales es el evangelio de Jesucristo. Sólo en Cristo estas barreras y divisiones entre grupos de personas se rompen, haciendo miembros de culturas y grupos étnicos diferentes se unen en un nuevo pueblo (Efesios 2: 14-15)», asevera.
Él argumentó que no se opone a la idea de los evangélicos de luchar por una sociedad mejor, sino al discurso adoptado en nombre de la justicia social pues no trata del núcleo el problema. «Exigir reparaciones históricas por las acciones de sus antepasados es el lenguaje de la ley, no del evangelio. Peor aún, refleja los argumentos de la política mundana, no del mensaje de Cristo. Es una ironía sorprendente que los creyentes ignoren la verdadera unidad espiritual que tenemos en Cristo y desprecien los principios bíblicos en favor de las opiniones carnales.
Movimiento teológico
La argumentación de MacArthur viene en la estera de un movimiento iniciado recientemente dentro de las iglesias bautistas de EEUU por el pastor Grady Arnold, líder de la Iglesia Bautista del Calvario, de la ciudad de Cuero, Texas. En mayo, él encaminó un documento al liderazgo de los bautistas, denunciando la justicia social como una «mal».
El centro de su argumento es que ese tipo de predicación-justicia social, justicia racial, justicia económica, justicia sexual, ecojusticia- se basa en una «teología liberal», que tiene inspiración en la «ideología marxista», enfocada en una «victimización» de algunos grupos.
El documento generó controversia en el medio evangélico al afirmar que «el activismo por la justicia social debe ser considerado maligno, en la medida en que es un camino para promover el aborto, homosexualidad, confusión de género y una serie de otras ideas que son antagónicas al evangelio, a la cosmovisión cristiana y nuestro llamado a la santidad (1 Pedro 1: 16).
Dice también que «los ideales de esa justicia social están siendo promovidos y aplicados por los gobiernos en todo el mundo. La justicia social política es engañosa, porque los cristianos bien intencionados pueden ser atraídos hacia esa ideología bajo la falsa suposición de que eso equivale a defender la compasión por las personas.
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[ Fuente: GTY ]