¿Marihuana, cigarrillos, pipas, puros, narguiles, entre otras opciones, pueden formar parte de la vida de un cristiano sin que eso se caracterice como pecado? El pastor Yago Martins, conocido por el canal Dos Dedos de Teología, responde la pregunta a la luz de la Biblia.
«La argumentación que generalmente se usa para decir que el cigarrillo no es un problema porque no tiene buena base bíblica», advirtió. Para él, «por más que ‘cosas fumables’ ya existieran en el período bíblico, las Escrituras no hablan absolutamente nada al respecto.
Sin embargo, abrió paréntesis para insertar que, aunque la Biblia no condena el cigarrillo, condena otras cosas que están íntimamente ligadas al acto de fumar.
No fumarás marihuana
«No hay nada en la Escritura que dice ‘no fumarás marihuana’, pero con el consumo de la marihuana existe la cuestión del vicio y de la dependencia», subrayó. Pablo llegó a definir el pecado como algo que domina o esclaviza la mente del ser humano.
«Todo me es permitido, pero no todo conviene. Todo me es permitido, pero yo no dejaré que nada me domine”, (1 Corintios 6.12).
Además, citó a través de la palabra que «los adictos» «alcohólicos» no heredarán el Reino de Dios. «… ni ladrones, ni avaros, ni alcohólicos, ni calumniadores, ni tramposos heredarán el Reino de Dios.» (1 Corintios 6.10)
«La marihuana te hace pasar por el mismo estado de embriaguez que el alcohol, cuando te hace perder el contacto con la realidad», comparó.
Es decir, todas las condenas bíblicas en relación a la embriaguez se aplican a las drogas, cuando la persona busca otra percepción de la realidad – «para relajarse, para quedar enfermo». El uso medicinal de la marihuana no entra en esta cuestión.
Mito de las pipas, puros…
“Hay quien dice que «son más sanos». Derribo ese mito diciendo que son aún peores por no tener filtro. «El hecho de no tragar no quiere decir nada, porque el humo llega hasta el pulmón a través de la respiración», apuntó.
Además, dejó claro que el vicio de los cigarros o las pipas afecta de la misma forma que los cigarrillos comerciales. Los narguiles no se quedan fuera. «Un estudio de la Universidad de Brasilia dice que el consumo de 80 minutos de narguile equivale al consumo de 100 cigarrillos comerciales», citó.
«Algunos argumentan que el agua usada durante el humo del narguile filtra el humo, pero eso también es mito», agregó.
¿Y el cigarrillo comercial?
El aspecto adictivo se considera de la misma manera. «Además de enviciarlo, la nicotina tiene un poder muy fuerte de esclavización moral. El ochenta por ciento de los brasileños que hoy fuman, declararon que ya trataron de dejar de fumar y no lograron», citó. Lo mismo se aplica a los «cigarrillos caseros».
«Lo que te domina, te esclaviza, te envicia, es pecaminoso y te separa de Dios. Los adictos no entrar en el Reino. El vicio es algo serio y un pecado claro en las Escrituras», resumió.