NOTICIACRISTIANA. El gobierno de China ajusta cuentas contra la iglesia cristiana. A pesar de la disminución de la pandemia del coronavirus en ese país se siguen removiendo cruces, persiguiendo cristianos e impidiendo la libertad de proclamación de Jesús.
Los funcionarios del gobierno se han ensañado a eliminar cruces de las iglesias cristianas. Son más de 60 millones de cristianos los que viven en China y al menos la mitad de ellos, adoran en iglesias no registradas o «ilegales» por el gobierno.
Con el presidente Xi Jinping se han destruido numerosas iglesias, muchos campanarios y cruces han dejado de existir; eso es solo un reflejo de las preocupaciones del Partido Comunista sobre el creciente número de cristianos en el país.
Desde octubre de 2018, se han eliminado cientos de cruces en templos cristianos en China. Las provincias de Zhejiang, Henan, Hebei y Guizhou son parte de estos casos, luego de ser acusadas de violar las leyes de planificación del gobierno o con cualquier tipo de justificación.
En el 2019, una iglesia en el condado de Guantao fue demolida en su totalidad por “ocupar ilegalmente tierras cultivables”. En lo que va de este año se han eliminado las cruces de dos iglesias en el condado de Qiu en Hebei y las autoridades están pidiendo la eliminación de cruces en cuatro iglesias de la zona de Feixiang.
El último incidente relacionado con la eliminación de cruces se ha produjo en Anhui el pasado 27 de abril, cuando las autoridades intentaron retirar la cruz de la iglesia cristiana en Suzhou Road.
El brote en China de Covid-19 no detiene la persecución
El ensañamiento contra los cristianos tuvo una relativa pausa, pero no fue suficiente, porque el gobierno continuo su campaña de demolición y de remover cruces.
El 13 de marzo, en medio de confinamiento por el coronavirus, una iglesia de Xiangbaishu fue demolida en la ciudad de Yixing, provincia de Jiangsu, el 11 de marzo.
A principios de marzo, a otra iglesia en el distrito de Huaishang de la ciudad de Bengbu, provincia de Anhui, también se le retiró la cruz, según International Christian Concern.
En medio de la pandemia,muchas iglesias y sus infraestructuras fueron víctimas de la represión del gobierno. La mayoría de las iglesias en todo el país, tanto clandestinas como aprobadas por el estado, iniciaron sus reuniones en línea y también fueron perseguidos por las autoridades.
En la provincia china de Shandong, dos «organizaciones cristianas fuertes al servicio del gobierno chino» (el Movimiento Patriótico de los Tres Autónomos y el Consejo Cristiano de China) emitieron una declaración ordenando al resto de iglesias a que se detuviera toda predicación en línea y que se erradicaran las iglesias que se reúnen en secreto.
La orden era de que los funcionarios debían «guiar» a los cristianos de otras maneras, ¡con la advertencia y amenaza de no reunirse!
En los últimos 20 años, China ha sido calificada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como un «país de especial preocupación» por las violaciones de la libertad religiosa.
Gobierno quiere el control total de las religiones
Según registros del medio UCA News, las nuevas medidas administrativas para grupos religiosos, consisten en seis secciones y 41 artículos y estas controlarán todos los aspectos de la actividad religiosa dentro de China y exigirán que todas las religiones y creyentes en China, cumplan con las regulaciones emitidas por el Partido Comunista Chino, que debe ser reconocida como la autoridad superior.
“Las organizaciones religiosas deben adherirse a la dirección del Partido Comunista Chino, observar la constitución, leyes, reglamentos, ordenanzas y políticas, al principio de independencia y autogobierno, a las directivas sobre religiones en China, implementar los valores de socialismo”, señala el artículo 5 de las nuevas políticas.
China es uno de los peores países del mundo en lo que respecta a persecución de cristianos. Está en la Lista Mundial de Vigilancia de Open Doors USA.
El gobierno comunista continúa persiguiendo y monitoreando a otros miembros de varias minorías religiosas, incluida la detención de más de 1 millón de uigures y otros musulmanes en el oeste de China en los últimos tres años.
La persecución no ha cesado. Nadie puede tener una Biblia legalmente desde que el gobierno prohibió la venta en línea en el 2018.
La guerra contra los cristianos y la religión de Xi ya está en su máximo nivel. El intenta controlar la fe y convertirla en una herramienta para el adoctrinamiento de la ideología comunista.
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