NOTICIACRISTIANA.COM. – La misionera Liz Gliem trabaja con Iris Global, una organización cristiana que brinda ayuda humanitaria en África, Asia, Europa, las Américas y el Medio Oriente. En una granja en Mozambique, Liz apoya la misión de Heidi y Rolland Baker.
Cuenta que, un día, una mujer y su hermana llegaron a la finca en busca de ayuda. “Estaba muy atónita”, informó Liz. Según God Reports, la mujer había escapado de un campamento rebelde controlado por un brazo del Estado Islámico.
“Fue secuestrada y retenida durante unos 11 meses”, dijo Liz al revelar que los terroristas habían entrado en su pueblo un año antes y que su esposo había muerto durante el ataque . La mujer fue secuestrada junto con su hijo de 1 año.
‘Soldados gigantes vestidos de blanco’
Durante los 11 meses que estuvo retenida en el campamento de los terroristas, la mujer fue obligada a “comprometerse” con uno de ellos.
Una noche, mientras caminaban por el bosque con su hermana y algunos de los miembros de ISIS, las dos decidieron arriesgarse y corrieron. “Corrieron mucho, hasta que fueron capturadas por unos soldados que creían que eran del ejército de Ruanda”, explica Liz.
Pero, la descripción de los soldados era muy extraña e inusual. “Dijo que eran gigantes, de casi 10 pies de altura, y que llevaban una armadura blanca a prueba de balas ”, Liz se hizo eco de lo afirmado por la mujer en su declaración.
La misionera dice que mientras la mujer describía a los soldados, interrumpió al traductor y le pidió a la mujer que volviera a hablar sobre el color de los uniformes de los soldados. “La mujer volvió a decir que iban de blanco y que la armadura era a prueba de balas”, dijo.
Liz dijo que los militares no podían ser de Ruanda porque usan uniformes negros. La misionera también se mostró extraña sobre el informe de la altura de los militares: “Hablaba de hombres gigantescos, pero los militares ruandeses no son más grandes que los militares mozambiqueños en estatura”.
Liz dijo que desconocía que hubiera personal militar operando en África, especialmente en una zona selvática, con armaduras blancas: «Y ahí fue cuando me di cuenta de que la mujer estaba describiendo ángeles«.
Liz dijo que le preguntaron a la mujer si alguna vez había oído hablar de Jesús: «Ella respondió diciendo que creció sin escuchar sobre el islam o el cristianismo y que solo sabía sobre el culto a los antepasados».
Al enterarse de la Buena Nueva del Evangelio, la mujer decidió ir a la iglesia el domingo siguiente. “Ella encontró a Jesús y fue salva”, dijo.
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