Segunda Entrega
NOTICIACRISTIANA.COM.- Es posible ser un apasionado por las cosas de Dios y no ser un hijo de Dios o un ciudadano en el Reino de Dios. Este fue el caso de Nicodemo. Nadie puede ver o entrar al Reino, si primero no nace de nuevo.
Nico no era cualquier persona, Juan lo describe como un “principal entre los judíos” (Juan 3:1)
Jesús fue claro con Nico, porque identificó la verdadera necesidad, su problema no era falta de información, sino que no había recibido la vida de Dios – “el que no naciere de nuevo”.
Imagínate como se sintió Nico. Era obvio que él vino a Jesús como muchos de nosotros lo hacemos – con ideas y prejuicios formados por lo que ya creemos que sabemos.
Lo sorprendente de todo el intercambio entre ellos es, como una sola declaración de Jesús, sacude toda una formación y aprendizaje rabínico y una tradición religiosa, y expone la ignorancia sobre lo básico del Evangelio en la escuela de Cristo – “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”. (Juan 3:7).
El sentimiento es horrible. En algún momento lo debes haber experimentado. Tú te habías formado una serie de ideas y prejuicios en cuanto a algo o alguien y de repente, lo más básico te revela, que lo que tu habías creído carecía del elemento más básico. En el caso de Nico, él sabía sobre las cosas de Dios, pero no había recibido la vida de Dios.
Es obvio que Jesús quiso alumbrar las tinieblas que estaban en este líder religioso, y se toma el tiempo para ensenarle del nuevo nacimiento.
Juan 3:6
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Juan 3:8
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; más ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Jesús quiere que Nico sepa dos cosas indispensables en relación con el nuevo nacimiento.
1. Dios es el que toma la iniciativa
2. El nuevo nacimiento es una obra exclusiva de Dios.
1 Juan 3:9
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Juan 1:12-13
Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Consideremos como ocurre el nuevo nacimiento.
1. No es por sangre
El nuevo nacimiento (la regeneración), no tiene ninguna conexión con descendencia humana. Es posible heredar tradiciones, ceremonias, ritos y pasar de una generación a otra el conocimiento, pero es imposible recibir naturalmente lo que es implantado por el Espíritu Santo en el espíritu del hombre.
La vida eterna no es una herencia que podemos recibir de nuestros padres sino un regalo de Dios.
2. No es por voluntad de la carne
El nuevo nacimiento no está conectado a la voluntad humana. La voluntad de la carne es hostil contra Dios. Jesús mismo le dijo a los que se oponían – “y no queréis venir a mí para que tengáis vida”. (Juan 5:40)
Aun cuando la voluntad humana trate o quiera algo de Dios, Pablo dice en el capítulo 5 verso 6 de la epístola a los Romanos, “que es débil”.
Romanos 5:6
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Determinarse a cambiar el comportamiento, esforzarse para ser un mejor ser humano, disponerse “a buscar a Dios”, son deseos nobles, pero no constituyen que la persona nació de nuevo.
A menos que la gracia no tome la iniciativa y el Espíritu Santo opere en la voluntad del hombre, él o ella nunca desearán una nueva naturaleza o podrán recibir una.
3. No es por la voluntad del hombre
El nuevo nacimiento no tiene conexión con relaciones humanas. Dios usa la locura de la predicación en la boca de un predicador o maestro de la Palabra, la oración de un padre o una madre por sus hijos, o la exhortación de un amigo para mostrarle a otro su gran necesidad de un salvador.
Pero, ningún esfuerzo de parte de ellos puede engendrar en ellos la vida de Dios.
No hay ordenanzas, ritos o ceremonias, administradas por sacerdotes o predicadores que tengan el poder de engendrar vida. Eso es un acto soberano de Dios.
4. Nacido de Dios
El nuevo nacimiento es una obra de Dios. Nadie puede impartir la vida de Dios sino Dios mismo. Para ser hijo de Dios se tiene que recibir la vida de Dios departe de Dios. Esta vida es implantada por un acto creativo por el Espíritu Santo en el pecador, cuando cree.
Este milagro del nuevo nacimiento rectifica inmediatamente la devastación que causo el pecado en el espíritu humano. El Espíritu Santo comienza su obra de “regeneración” en el que ha creído implantando la vida de Dios en su espíritu.
Efesios 2:1
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Efesios 2:5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Por causa del nuevo nacimiento, el espíritu del hombre es regenerado (recreado, renacido) y se convierte en la residencia del Espíritu Santo. Desde el espíritu regenerado, el Espíritu Santo opera en la vida del nuevo hijo de Dios para hacer que la vida que le ha sido impartida se haga una realidad en él o ella.
Desde ese momento todo apunta a una sola cosa – “ser transformados a la imagen del Hijo” – y este proceso Pablo dice que está sucediendo de gloria en gloria.
2 Corintios 3:9
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
En el nuevo nacimiento el Espíritu Santo usa lo divino y lo humano.
Lo divino es la Palabra de Dios.
1 Pedro 1:23
…siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Santiago 1:18
El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Lo que excede mi capacidad de comprensión es como a Dios le ha placido usar instrumentos humanos para que los que no han nacido de nuevo renazcan por medio de la palabra de verdad y los que ya han renacido reciban la revelación de esta verdad. ¡Simplemente majestuoso!
1 Corintios 4:15
Aunque tengáis diez mil años en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.
Gálatas 4:19
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros…
Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros…
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