NOTICIACRISTIANA.COM. – No he dejado de pensar en esta pregunta nuevamente, no porque todos se la han formulado, sino porque me hace sopesar si el evangelio que aprendí estaba incompleto o con los años lo he torcido para vivirlo según yo.
Estoy seguro que la corriente de arminianos y calvinistas en estos tiempos aún persiste, pues tanto Jacobo Arminio como Juan Calvino debatieron sobre este tema, hasta que, en nuestros tiempos, aún se dividen los cristianos si la salvación se pierde sí o no.
No pretendo darles una espesa exégesis teológica, pero lo más básico que un cristiano debe saber, es que la salvación es por gracia, se obtiene por medio de la fe en Jesús, le pertenece a Dios y él la da sin acepción personas a toda la humanidad, si hay arrepentimiento y conversión.
Aclarar si un cristiano puede perder la salvación es desengañarlo, muchos enseñan que no puedes perder tu salvación porque es obsequio de Dios, no se puede obtener por obras y puedes vivir como se te antoje porque al final no puedes hacer nada para ganarte la vida eterna.
Verdades a medias
Es cierto, ninguna obra que haga podrá hacerme merecedor de la salvación, pero recibir de Jesucristo la salvación sin merecérmela y seguir viviendo en mis delitos y pecados, y creer que sigo siendo salvo, es una herejía.
“Por sus frutos los conoceréis”, dijo Cristo en Lucas 6: 16, y más adelante el apóstol Pablo resalta: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es”, 2 Corintios 5:17, ambos versos resaltan que el salvo debe demostrar frutos de arrepentimiento, no que viva en oscuridad.
Otra verdad a medias, es que muchos enseñan que la obras no salvan sino creer en Jesucristo, es cierto, pero las obras no pueden estar separadas de la fe: “la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”, Santiago 2: 17.
“Las obras no son necesarias para obtener la salvación; pero la verdadera salvación efectuada por Dios, no dejará de producir las buenas obras que son su fruto (ver Mt 7: 17)”, dice John MacArthur en su libro: El Evangelio Según Jesucristo.
La falsa seguridad eterna
Uno de los que promovió en este siglo la falsa seguridad eterna, fue el ya fallecido José Luis de Jesús Miranda con su herejía: “Salvos Siempre Salvos”, que afirmaba que una vez salvo por Jesucristo, no importaba lo que pudieras hacer con tu vida, siempre serías salvo.
Creo que en esta falsa seguridad muchos hemos caído, porque nuestro primer aprendizaje fue un evangelio diluido, incompleto o simplemente porque nosotros nunca dudados de lo que aprendíamos, no aprendimos ahondar y nos quedamos en lo superficial.
Otra razón por la cual no podrías ser salvo es que tu arrepentimiento no sea auténtico. Aunque la palabra en sí significa “cambio de mente”, también busca en el ser humano cambio de propósito, pero más específico es “abandono de pecado”.
Sin arrepentimiento genuino, sin confesión de pecados, y sin creer que Jesucristo nos salvó de la condenación eterna, no podremos ser salvos, pero también sin dar frutos de una vida regenerada tampoco se podría asegurar que usted es salvo.
Teólogos que dicen que no se pierde
Para que el creyente perdiera su salvación se requeriría que Padre, Hijo y Espíritu se arrepintieran de sus obras y las deshicieran.
El punto clave en la discusión de la seguridad del creyente está en quién salva. Si el hombre es responsable de asegurar su salvación, puede perderse; si Dios asegura la salvación de la persona, ella siempre está segura, Paul Enns, Compendio Portavoz de Teología.
Estoy de acuerdo con Enns, Dios no se arrepentiría de salvar al ser humano, aunque le duele que lo rechacen aquellos a quienes desea darles vida eterna, un claro ejemplo fue uno de los criminales que injurió a Jesús: “¡Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y sálvanos también a nosotros!”, Lucas 23: 39.
Este criminal rechazó a Cristo, en realidad lo que le dijo era justamente lo que el Señor estaba haciendo, pero por su incredulidad perdió la oportunidad de ser salvo, no así, el otro que creyó en él: “Jesús, acuérdate de mí cuando comiences a reinar”, Lucas 23: 42.
La seguridad eterna es obra de Dios que garantiza que el don de Dios, la salvación, una vez que se recibe, es para siempre y no se puede perder.
La perseverancia, el término generalmente usado en el calvinismo, designa el quinto punto en la teología de Calvino, la “perseverancia final” de los santos. Significa que los creyentes “no pueden ni total ni finalmente caer del estado de la gracia, sino que ciertamente perseverarán en ella hasta el fin, y serán salvos eternamente, Charles Ryrie, Teología Básica.
Charles Ryrie, acierta que hay seguridad eterna, si el cristiano persevera en su fe: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”, Mateo 24:13.
Sin embargo, la realidad es que no hay ninguna seguridad eterna en aquellos que apostaron de la fe y que si mueren en esa condición podrían ser salvos: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros”, 1 de Juan 2: 19.
Quiero cerrar con este verso para que meditemos que nuestro mayor regocijo también es que nuestros nombres están escritos en el Libro de la Vida: “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”, Lucas 10:20.
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