NOTICIACRISTIANA.COM. – Nadie quiere al Covid-19 pero el virus aún persiste en nuestro mundo con muerte, contagios y luto. Ninguna persona está exenta de ser infectado entre ellos pastores, evangelistas, cantantes y los mismos feligreses.
Si usted comienza a leer las noticias de pastores, cantantes o cristianos que han muerto por Covid-19, y que nosotros desde NoticiaCristiana.com hemos informado, le daría mucha tristeza por cuánta pérdida de vidas, al igual que sentiría por las demás personas que han muerto a nivel mundial por la misma causa.
Nadie debería morir, pero está escrito que “los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”, Hebreos 9:27. Y he allí la importancia de estar preparados como dijo el salmista Jaime Murrel que en paz descanse: “En este tiempo de pandemia es muy importante que estemos a cuentas con nuestro Dios”.
Pero no todo es muerte y luto, a pesar que han muerto por Covid-19 según la última cifra: 2.35 millones de personas y hay 107 millones de contagiados por coronavirus, sin embargo, 59.9 millones se han recuperado del mortal virus, y eso nos da como dice la Biblia: “Mientras hay vida hay esperanza”, Eclesiastés 9: 4.
¿Es esto el fin del mundo?
Si recordamos el 2020 el Covid-19 tomó más fuerza, similar a la neumonía se extendía por todo el mundo. Me llama la atención que en el 2008 una mujer llamada Sylvia Browne en su libro “El fin de los días: predicciones y profecías sobre el fin del mundo”, lo había vaticinado.
Su predicción se desvaneció de la memoria pública y murió en 2013. Pero la pandemia del coronavirus ha atraído de atención sobre sus libros, hasta que la puso en la posición número 2 de la lista de los libros de no ficción de Amazon.
Pero antes que esta mujer dijera algo al respecto, Jesús había dicho: “Habrá grandes terremotos y en varios lugares hambrunas y pestilencias”, Lucas 21:11. Pero también dijo: “No sabéis qué día vendrá vuestro Señor”, (Mateo 24:42). De hecho, vendrá “a la hora inesperada”.
Y por horrible que sea el coronavirus, la Biblia ya nos había advertido al respecto y los historiadores nos están recordando que los humanos se han enfrentado a pandemias similares y aún peores en siglos pasados.
¿Es este el juicio de Dios?
Si la pandemia de coronavirus no es el fin del mundo, ¿es el juicio de Dios sobre el mundo? El Señor claramente usa la naturaleza para juzgar el pecado. Recuerde el “azufre y fuego” que llovió sobre Sodoma y Gomorra (Génesis 19:24) y las plagas que Dios envió en respuesta a la negativa de Faraón de liberar a su pueblo.
Pero los juicios bíblicos están precedidos por advertencias proféticas, como ocurrió con Moisés ante el Faraón y los profetas antes de los exiliados asirios y babilónicos. Las advertencias fueron dadas, en respuesta a pecados específicos, como el orgullo de Faraón y la idolatría del pueblo judío.
No tengo conocimiento de ninguna advertencia profética, antes de que comenzara la pandemia de coronavirus en China o pecados particulares que la produjeron.
¿Por qué permitió Dios la pandemia?
Si la pandemia no es el juicio específico de Dios, ¿por qué lo permitió? Las Escrituras enseñan que nuestro mundo ha caído como resultado del pecado humano (Génesis 3: 16-19; Romanos 8:22).
Las enfermedades y los desastres son consecuencias naturales de lo que ocurre en un mundo caído en pecado. Si Dios previno milagrosamente el coronavirus, tendría que contrarrestar todas las consecuencias de la caída. Pero si no hay consecuencias para la libertad humana, Dios no es justo y nosotros no somos verdaderamente libres.
Sin embargo, Dios, a veces interviene milagrosamente en nuestro mundo caído. Jesús salvó a Pedro de que se ahogara en el mar de Galilea (Mateo 14:31). Sanó leprosos y resucitó muertos. Nos enseñó a orar con fe en nuestro Padre que nos escucha y hace lo mejor (Mateo 7: 7-11).
Si bien no sé por qué Dios permite todo lo que hace, estoy convencido de que redime todo lo que permite. Podemos pedirle tal redención, sabiendo que él sufre con nosotros (Isaías 43: 2) y nos ama incondicionalmente (Juan 17:23).
¿Qué hago con mis dudas?
Tragedias como la pandemia de coronavirus hacen que muchos de nosotros luchemos espiritualmente en algún nivel.
Cuando Dios no responde nuestras oraciones como queremos que lo haga, como con el “aguijón en la carne” del apóstol Pablo, es natural sentirse frustrado (2 Corintios 12: 8). Incluso Jesús clamó desde la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?», (Mateo 27:46).
En los días en que nuestra fe parece débil, podemos pedirle a Dios que nos ayude. Podemos pedirle a Dios la fe para mantenernos firmes y seguir adelante, siendo luz y sal para el mundo y predicando el Evangelio de Jesucristo al mundo, a pesar de la crisis sanitaria que vivimos.
Podemos seguir hundidos en la tristeza, en la preocupación o en la desolación que ha causado el Covid-19, pero si hay un lugar donde encontraremos, esperanza, gozo, fe y alegría es el trono de su gracia: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”, Hebreos 4:16.
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