NOTICIACRISTIANA.COM.- En mi libro El silencio de los corderos , dedico un capítulo a la pregunta: ¿Por qué estos corderos son tan peligrosos? ¿Qué «corderos» tenía en mente?
Hablaba de ex-gays y ex-trans cristianos. ¿Por qué se consideran tan peligrosos? ¿Por qué estos corderos deben ser silenciados?
Conozco personalmente a bastantes cristianos ex-gays, junto con un número cada vez mayor de cristianos ex-trans. La mayoría de ellos son personas extremadamente bondadosas, personas que no me parecen desagradables, mezquinas y agresivas. Ya han pasado por mucho y tienden a ser muy compasivos y afectuosos.
No sólo eso, sino que muchos de ellos han sufrido un tremendo rechazo a lo largo de los años, por lo que la mayoría no busca otra batalla.
Piensa un momento en ello. En un momento de sus vidas, tuvieron que declararse homosexuales o transgénero. Es posible que hayan sido intimidados en la escuela. Es posible que hayan perdido amigos a lo largo de los años. Sus familias pueden haberlos rechazado. Sus iglesias pueden haber hablado en contra de ellos. Este fue el primer trauma que tuvieron que sobrevivir, un trauma que podría haber durado muchos años.
Luego, encontraron una nueva comunidad. Encontraron nuevas relaciones. Encontraron a otros que los afirmaron y aceptaron. Fueron aceptados como homosexuales o transgénero. Pero luego sucedió algo más. Se convencieron de que Dios tenía un mejor plan.
Se dieron cuenta de que no estaban viviendo de acuerdo a su voluntad. Clamaron por perdón y transformación. Y ya sea que cambiaran sus atracciones o desaparecieran sus problemas de identidad, una cosa estaba clara para ellos: Dios no quería que vivieran como homosexuales o trans.
Debido a esto, tuvieron que salir de nuevo. Tuvieron que sufrir el rechazo por segunda vez. Tuvieron que ser criticados y vilipendiados e incluso demonizados por las decisiones que estaban tomando. Y todo esto les sucedió a pesar del hecho de que no estaban siendo hostiles, confrontadores, enojados u odiosos. Simplemente decían: «Esto es lo que el Señor tiene para mí».
Puede leer algunas de sus historias en sitios como ChangedMovement.com y otros, y estas personas parecen cualquier cosa menos una amenaza agresiva.
Entonces, ¿qué los hace tan peligrosos, hasta el punto de que las personas buscan negar su propia existencia? ¿Por qué otros en la comunidad LGBTQ son tan hostiles con ellos, incluso diciendo: «¡Estás mintiendo! Sabes por dentro quién eres en realidad. Solo estás fingiendo. ¡No existes!» ¿Por qué esta reacción? ¿Por qué su existencia representa tal amenaza?
¿Y por qué aprobar leyes en un estado tras otro y en un país tras otro que hacen ilegal que las personas con atracción hacia el mismo sexo no deseada?
La respuesta es simplemente esta. Si existe algo como ex-gay o ex-trans, entonces toda la idea de que «naces así» se va por el retrete. Si es cierto que ser homosexual, bisexual o transgénero no es innato e inmutable, entonces estas cosas no pueden compararse correctamente con el color de la piel, en cuyo caso los «derechos LGBTQ» no pueden compararse correctamente con el movimiento de derechos civiles.
Sin embargo, ese concepto ha sustentado el activismo LGBTQ durante décadas. «¡Esto es lo que somos! Nacimos de esta manera, y no podemos cambiar, y es cruel e inhumano sugerir lo contrario».
La existencia misma, por lo tanto, de individuos ex-gays y ex-trans desafía esta suposición fundamental. También dice: «Incluso si naciste gay o trans, el hecho es que todos nosotros nacemos rotos, defectuosos y caídos como seres humanos.
A todos nosotros Jesús nos dice: ‘¡Debes nacer de nuevo!’ Además, la conclusión es que no hay evidencia científica acreditada de que nacimos de esta manera, y nuestras propias vidas prueban que el cambio es posible».
Es por eso que la existencia misma de individuos ex-gays y ex-trans, debe ser negada tan enérgicamente. Socavan por completo uno de los principales pilares del activismo LGBTQ. Por eso se les considera corderos tan peligrosos.
Esa es también una de las razones por las que hay esfuerzos tan vigorosos para ilegalizar que las personas busquen el cambio. (Hace dos años, llamé a un proyecto de ley impulsado en California el » Proyecto de ley Must Stay Gay «). Si el cambio es posible, entonces ni la homosexualidad ni el transexualismo pueden ser los nuevos negros.
Y es por eso que, en la cultura de hoy, hay un grupo de corderos con un objetivo gigante en la espalda. Han cruzado una línea prohibida. Han afirmado que el cambio es posible. Por eso hay que silenciarlos.
Con nuestra ayuda, siendo solidarios y apoyando a esta pequeña pero creciente comunidad, eso no sucederá.
Extraído y adaptado de Michael L. Brown, The Silencing of the Lambs: The Ominous Rise of Cancel Culture and How We Can Overcome It .
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