NOTICIACRISTIANA.COM – Una mentalidad escapista, implica la tendencia a evadir el mundo real buscando la ansiada seguridad y tranquilidad, o un desarraigo de la realidad para encontrar refugio. Por lo tanto, esta es una de las mentalidades, que anulan nuestro entendimiento de ser enviados.
El apóstol Rafael Ugarte Talavera, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, destaca la importancia de tener una mente de enviado. Entonces, sostiene que esta mentalidad, es fundamental para el crecimiento espiritual, ya que nos permite disfrutar de la vida de Cristo, y disfrutar de nuestra misión en la tierra.
“Somos personas con responsabilidad en la tierra, porque las aceptamos en lo eterno, es lo que entendemos de Romanos 8:32. El problema no es verse como enviado. Perdemos enormes oportunidades y no disfrutamos de nuestra posición de hijo, cuando no tenemos mente de enviado. Fuimos enviados por el Señor para hacer su voluntad en la tierra y extender su reino”, expresó Ugarte Talavera.
Agrega que por el contrario una mentalidad escapista, nos impide vernos como enviados y nos limita en nuestro crecimiento espiritual. Asimismo, precisa que esta mentalidad es contraria a la mentalidad de reino, que es la mentalidad que debemos tener como hijos de Dios.
Anhelo de venida de Cristo
“Esa mente escapista prevaleció mucho tiempo en los años 70 y 80, donde se quería escapar de una vida miserable, causada por no conocer la realidad que tenemos en Cristo. Es contraria a la mentalidad de reino que produce dominio, autocontrol, seguridad y disciplina. Con la escapista experimentas derrotas y te muestras como víctima”, acotó Ugarte Talavera.
El apóstol manifiesta que la mentalidad escapista se manifiesta de varias maneras. Una de las más comunes es el deseo de que Cristo regrese pronto. Esto puede ser motivado por una falta de comprensión de nuestra realidad en Cristo o por una mentalidad de víctima.
“En este escapismo, la gente anhela la venida de Cristo, no por la gloria que se va manifestar, sino porque ya no aguanta. Es ahí donde viene una mentalidad de víctima, donde no hay dominio, control de emociones y de lo que hago. Esa mentalidad escapista, lo que quiere es terminar con el dolor”, destaca Ugarte Talavera.
Por lo tanto, sostiene que la mentalidad escapista, no debe prevalecer en la iglesia. Una iglesia madura está formada por personas con mentalidad de enviado. Estas personas disfrutan de la vida en Cristo y están comprometidas con cumplir con su misión en la tierra.
Consecuencias de la mentalidad escapista
El apóstol asegura que la mentalidad escapista, tiene varias consecuencias negativas. Una de ellas es que nos impide disfrutar de la vida en Cristo. Cuando tenemos una mentalidad escapista, siempre estamos esperando que algo mejor suceda. Esto nos impide apreciar las cosas buenas que tenemos en el presente.
Otra consecuencia, es que nos limita en nuestro crecimiento espiritual. Cuando nos vemos como víctimas, no tenemos la motivación para crecer y desarrollarnos.
La mentalidad escapista puede dañar nuestra relación con Dios. Cuando nos centramos en escapar de nuestros problemas, olvidamos que Dios está con nosotros y nos ama.
¿Cómo superar la mentalidad escapista?
Ugarte Talavera ofrece algunas sugerencias para superar la mentalidad escapista. Una de ellas es enfocarnos en la realidad de nuestra posición en Cristo. Como hijos de Dios, tenemos todo lo que necesitamos para vivir una vida plena y satisfactoria.
“La vida de Cristo es disfrutable, y tendría que ser disfrutada por cada uno de nosotros, a pesar de los contratiempos en los valles y en los montes, siempre debe ser disfrutable. La mente escapista no disfruta siempre está en una posición de víctima, de ya no puedo, no es lo que el Señor espera de la iglesia. Un enviado disfruta de ser enviado porque tiene el respaldo de quien lo envió. El que no se ve enviado se quiere ir, viene de esa mente escapista y religiosa”, concluyó el apóstol.
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