NOTICIACRISTIANA.COM – El saber escuchar la voz de Dios, es un misterio que intriga a la humanidad desde su creación. La búsqueda de escuchar la voz divina es una constante en la historia de la humanidad.
El apóstol Uziel Reyes, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, comparte revelaciones profundas sobre la naturaleza de esta comunicación celestial. Asimismo, cómo sintonizarnos con ella en el trasfondo de un mundo lleno de ruido y distracciones.
Agrega que somos embajadores de un reino celestial donde nuestra responsabilidad es gestionar sus asuntos divinos en nuestro tiempo. Por lo tanto, es necesario comprender cómo se comunica Dios con sus hijos, es decir, entender el lenguaje espiritual y las imágenes que nos rodean.
La Biblia obra monumental
Reyes, indica que la Biblia es una obra monumental escrita por más de cuarenta autores a lo largo de siglos. No es un simple libro de palabras, sino un tapiz de imágenes espirituales y proféticas.
“Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, cada página está impregnada de significado simbólico, transmitiendo verdades que van más allá de la superficie del texto. Dios se revela en imágenes, especialmente en Cristo, la imagen visible del Dios invisible”, dijo el apóstol.
Pero ¿cómo podemos discernir la voz de Dios en medio de este complejo entramado de imágenes y símbolos? El apóstol nos enseña que la clave radica en abrir los ojos del corazón para ver la manifestación de Cristo en todas las cosas.
Es a través de esta visión espiritual que comenzamos a escuchar la voz de Dios. Es una voz que no resuena en el oído físico, sino en el alma que sintoniza con el Espíritu Santo.
Otras Voces
“Es importante entender que la voz de Dios no compite con otras voces en el escenario de nuestra mente. En el reino espiritual, solo la voz de Cristo resuena en armonía perfecta”, dice Reyes.
Al igual que Adán, podemos perder el rumbo si permitimos que otras voces nos distraigan de la única que importa.
La experiencia de figuras bíblicas como Isaías, Pablo y Juan nos enseña que la visión precede a la audición en el orden divino. Cuando vemos a Dios en su gloria y majestad, nuestros oídos espirituales se abren para escuchar su palabra. Es un proceso de revelación progresiva, donde la comprensión precede a la obediencia y la escucha activa.
Escuchar la voz de Dios
En la búsqueda de la voz de Dios, debemos estar atentos a las imágenes a nuestro alrededor, cada una con un mensaje divino.
Mediante el estudio de las Escrituras, la oración y la comunión con el Espíritu Santo, podemos percibir la voz de nuestro Señor.
En última instancia, escuchar la voz de Dios es un privilegio y una responsabilidad que no debemos tomar a la ligera.
Es el camino hacia la comunión íntima con nuestro Creador y la guía infalible en medio de las vicisitudes de la vida. Que aprendamos a ver y escuchar para encontrar la plenitud de vida al obedecer al Buen Pastor.
Leer Isaías 6 y Colosenses 1:15.
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