Dice el proverbio que Dios escucha y se deleita en la oración de los justos, y basado en ese principio, un ministro pentecostal de un templo en Gales, Reino Unido, estableció una línea telefónica para que los fieles dejen grabadas sus plegarias.
La idea se le ocurrió al pastor Jim Davies, quien atiende la Iglesia Pentecostal Elim, en Caldicot, en el sur galés, con el objetivo de -según sus palabras- «tender puentes entre los creyentes y el Creador».
Según Davies, «la asistencia a la iglesia está decayendo y una de mis responsabilidades es acercar a los fieles a Dios para que éstos sepan que él no ha dejado de preocuparse por ellos».
«La línea telefónica de oración -continuó Davies- es una oportunidad para que los creyentes, en cualquier momento del día, se dirijan a Dios y le pidan ayuda».
El pastor explicó que «podemos recibir la llamada de alguien que camino al hospital ruega que, por ejemplo, oremos por su tía Nellie».
«Lo primero que mucha gente dice cuando está en problemas -añadió- es: ‘Dios mio’, y ésta es ya una manera de reclamar protección divina».
El pastor aseguró que el servicio es monitoreado regularmente y algunos miembros de su congregación se han «dedicado especialmente a esta labor porque para ellos se trata de un ministerio vital».
Con anterioridad, Davies había establecido un proyecto similar en otro templo donde trabajó, en Devon, Inglaterra.
BBC