Director de Google: 2030, nanotecnología nos hará seres «divinos»

EE.UU.- El inventor futurista y Director de Ingeniería en Google Ray Kurzweil predice que los humanos desarrollarán emociones y características de mayor complejidad como resultado de la conexión de sus cerebros a ordenadores.

«Seremos más divertidos. Seremos más sexis. Vamos a ser mejores a la hora de expresar sentimientos», aseguró recientemente este experto en inteligencia artificial durante un debate de la Universidad de la Singularidad.

Kurzweil predice que para el año 2030 los cerebros humanos podrán conectarse a la nube, lo que nos permitirá mandar correos y fotos directamente al cerebro y recuperar nuestros pensamientos o recuerdos. Esto será posible, afirma, gracias a que habrá nanobots (pequeños robots de la cadena de ADN) nadando por los capilares de nuestro cerebro.

Para demostrarlo, propuso una situación hipotética con el cofundador de Google, Larry Page.

«Digamos que estoy paseando, veo a Larry Page acercándose y pienso: ‘Más me vale pensar en algo inteligente que decir’, pero los 300 millones de módulos en mi neocórtex no van a lograrlo. Necesito mil millones en dos segundos. Sería capaz de acceder a eso en la nube, igual que puedo multiplicar miles de veces la inteligencia con mi smartphone hoy en día».

Esta visión contrasta con la percepción común, a menudo retratada por la ciencia ficción, de que la tecnología cíborg [de organismos cibernéticos] nos hace más robóticos, menos emocionales y menos humanos, lo cual preocupa al doctor Miguel Nicolelis, jefe de neuroingeniería de la Universidad Duke (Carolina del Norte, EEUU), quien teme que, si confiamos demasiado en las máquinas, perderemos la diversidad del comportamiento humano porque los ordenadores funcionan en blanco y negro, en unos y ceros, sin distracciones.

No obstante, Kurzweil cree que estar conectados a ordenadores nos hará más humanos, más únicos y más divinos. «La evolución crea estructuras y patrones que, con el paso del tiempo, se vuelven más complejos, más cultos, más creativos, más capaces de expresar emociones, más cariñosos», declara el Director de Google.

«Supone avanzar hacia las cualidades que se le asocian a Dios como ilimitadas». «A medida que evolucionamos, nos acercamos más a Dios. La evolución es un proceso espiritual. En el mundo hay belleza, amor, creatividad e inteligencia, todo viene del neocórtex. Por tanto, vamos a expandir el neocórtex del cerebro y convertirnos en seres más divinos».

El año pasado, los investigadores inyectaron nanobots de ADN en cucarachas vivas y fueron capaces de seguir ciertas instrucciones, incluida la de dispensar medicamentos. Este año, los nanobots fueron inyectados en el revestimiento del estómago de un ratón.

Investigadores lograron mandar un mensaje con éxito de un cerebro humano a otro por medio de estimulación exterior, a través de la inducción electromagnética.

En otro estudio, una estimulación cerebral parecida, consiguió que la gente aprendiera matemáticas más rápido. Además, en un estudio reciente del Gobierno estadounidense, se realizaron implantes cerebrales que enviaban shocks focalizados al cerebro a unas decenas de personas. Como resultado, realizaban los tests de memoria con más éxito.

Ya se están implantando chips cerebrales a miles de humanos, como por ejemplo a los pacientes de párkinson, quienes cuentan con uno que les permite tener un mayor control motriz, o gente sorda con implantes cocleares que les permiten oír.

De acuerdo con una encuesta realizada el pasado año, el 72% de los estadounidenses no están interesados en implantes cerebrales que podrían mejorar su memoria o su capacidad mental.

Fuente: Huffington Post

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