EE.UU.- El presidente del Día Nacional de Oración de Estados Unidos y pastor principal de la Iglesia de la Cruz, Ronald Floyd comenzó un verdadero paseo de oración en torno a las escuelas en su región en el estado de Arkansas, después de una secuencia de fusilamientos masivos en entornos educativos.
Floyd compartió en una entrevista publicada por el sitio Charisma News lo que está detrás de esta iniciativa, que mira con seriedad para la verdadera guerra espiritual existente en este contexto de violencia.
Según el pastor, la iniciativa tiene como principal objetivo atender al llamado de la Iglesia con relación a la propia comunidad donde está plantada.
«Uno de nuestros llamados como iglesia es orar por nuestra comunidad local, lo hacemos desde hace años. Queremos que familias heridas sean restauradas, relaciones sean curadas y muros de hostilidad y división sean destruidos. Más que todo, queremos que la comunidad conozca a Jesús. El comienzo de un nuevo año escolar es otra oportunidad para involucrar a nuestra comunidad en oración», explicó Floyd.
«Todos nos acordamos vívidamente de los recientes y trágicos disparos en escuelas por las que nuestra nación ha pasado. Muchos alumnos y sus padres van a la escuela, imaginándose si estarán seguros en sus aulas. Como iglesia, queremos cubrir nuestras escuelas locales desde el principio del año con oraciones de protección por nuestros alumnos, nuestros profesores y nuestros asistentes de emergencias», agregó.
Poder de la oración
El pastor Ronald explicó que la oración no forma parte del principio o del final de un proyecto, sino que es la acción más grande de éste y también la mejor arma para esta guerra espiritual.
«Como cristianos, debemos reconocer la oración como parte integrante de nuestra fe. No podemos esperar hasta que la tragedia nos alcance para decidir orar. Estamos viviendo en una época en la que nuestras escuelas, iglesias y lugares públicos de reunión se están volviendo cada vez más los blancos de las personas que desean hacernos mal, ¡éste no es el momento para la pasividad!», destacó.
«Además, las Escrituras nos dicen que nuestra lucha no es contra enemigos físicos, sino contra las fuerzas espirituales del mal (Ef. 6:12). Esto es fundamental. Cuando oramos, no estamos simplemente pidiendo a Dios que nos proteja de ataques violentos, en verdad, estamos combatiendo las fuerzas malignas detrás de esos ataques. La oración es nuestra mayor arma contra el mal», recordó.
Solicitudes de oración
Cuando se le preguntó sobre el blanco de la oración, Ronald apuntó que el foco de esta iniciativa es de hecho la seguridad de todas las personas que están en el ambiente escolar, empezando por los estudiantes, luego los funcionarios de las escuelas y también los equipos de seguridad y rescate.
«En primer lugar, estamos orando por la seguridad de nuestros alumnos, estamos pidiendo a Dios para protegerlos del mal. También oramos por los profesores, directores y administradores escolares para que ellos tengan sabiduría y sean capaces de establecer los protocolos de seguridad correctos para evitarlos que se produzca la mayor tragedia posible, y oramos por nuestros policías locales y socorristas, para que estén alertas ante posibles amenazas y que Dios los coloque en el lugar y en el momento oportuno para detenerlos», explicó.
Impacto
Ronald destacó que incluso la vuelta a las clases sigue siendo reciente, la iniciativa ya está dando buenos frutos.
«Aunque el año lectivo apenas empezó, notamos que la oración ya está causando impacto en las escuelas – aunque no de una manera que algunas personas esperaban. Los cambios que estamos viendo son espirituales. Algunos de nuestros alumnos ya están entrando en sus escuelas, con la misión y el propósito de ser sal y luz entre sus colegas, en un ambiente lleno de miedo a lo incierto, su fe y confianza en Dios los diferencia, ellos tienen esperanza eterna en Jesús», dijo.
«Los profesores perciben cómo estos alumnos cambian el ambiente en sus aulas por medio de su fe y disposición en servir. Y hasta los padres que no pueden ser creyentes, también están agradecidos por alguien que ha orado por la seguridad de sus hijos. No vemos cambios inmediatos y dramáticos a causa de nuestras oraciones, pero Dios nos está oyendo y trabajando en nuestros corazones y en los corazones de aquellos que nos rodean», agregó.
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[ Fuente: Charisma News ]
