Luis Palau, terminó su evangelización masiva de tres días en la ciudad costera del sudeste de Marsella, Francia. El sábado, fue el último día del festival cristiano, pero no deja claro los resultados de cuántas personas asistieron y cuántas hicieron su confesión de fe a Jesús, si hubo sanaciones, milagros, etc.
En una publicación del diario Christian Post, no destaca en nada los resultados, solamente la transmisión del Festival dirigida a África, Medio Oriente, América Latina y otros países de habla francesa.
Palau, ya había advertido que Francia es un país muy difícil, hace 15 años se le había invitado al evangelista, a realizar una campaña evangelística, pero “siempre resistíamos por dos razones, Francia muy duro, hemos tenido campañas en París, Estrasburgo y Niza. Segundo porque son tan poquitos los creyentes, habrá 4 mil creyentes en toda la zona de Marsella, pero al fin un misionero muy querido de Inglaterra, me presionó tanto que yo sentí que debíamos aceptar, al principio pensamos, va a ser muy pequeñito, qué va hacer”, dijo Palau, en un adelanto antes del Festival evangelístico reciente finalizado.
«Las oportunidades son muy limitadas y restringidas por la cultura y la forma en que el país lo ejecuta. No es un país evangélico”, dice Colin James de la Asociación Evangelística Luis Palau a Christian Post.
Lo único que se destaca en el sitio web de la Asociación Evangelística Luis Palau, es que el último día llegó una gran multitud y Palau cerró con un mensaje de buenas nuevas de gran alcance.
“Hubo una gran respuesta a la presentación del evangelio con muchas decisiones por primera vez. Fue un gran final en Francia. Un verdadero avance se logró y ahora comienza el seguimiento de los nuevos creyentes. Por favor, oren para que Dios continúe a derramando su Espíritu en Marsella. Ore para que los creyentes, especialmente los nuevos, como resultado de este festival, experimenten una transformación radical en sus vidas y vivan totalmente para Cristo”, instó Palau.
Según la CIA World Factbook, menos del 2 por ciento de la población de Francia es cristiana protestante.
El astor Gilbert Leonian, vicepresidente de la organización cristiana “Un corazón para la Providencia de Marsella (Un même coeur Marseille Provence), apoyó a Palau y lo ayudó a organizarlo.
Leonian, dice que Marsella, una ciudad “muy fría” y “sin Dios”, porque está inmersa en «el ateísmo, el relativismo, buscan el placer por el placer”.