Líderes se preguntan si teología de EEUU enfriará celo de la iglesia de Cuba

CUBA.- Por el lado pesimista, los líderes cristianos se preguntan si los visitantes estadounidenses destruirán la cultura cubana con su materialismo y el nominalismo trivial—o si los cubanos se destruirán ellos mismos.

“Nuestra mentalidad es muy marxista, aun cuando no hemos tenido la facilidad de consumir por 50 años”, dice Alfredo Forhans Hernández, director de las instalaciones Holguín del Seminario Evangélico Nuevos Pinos. “Ahora los Estados Unidos podrán hacer de nuestro consumismo una realidad. No estamos preparados”.

Los cristianos de Cuba han prosperado a pesar de la política y la pobreza de la isla. Su improbable avivamiento a lo largo de décadas a menudo se le ha comparado sólo con el de la China. “Es increíble. La gente viene de voluntad propia, buscando a Dios”, dice un líder Bautista Occidental. (Los bautistas en Cuba tienen dos convenciones, Occidental y Oriental.)

Pero la apertura les trae preocupación: ¿Se apreciará el avivamiento una vez que los cubanos tengan recursos? A un líder del seminario le preocupa que “el gran crecimiento de la iglesia, a pesar de nuestros recursos limitados, no será ya más una distinción”.

Otro desafío: la avalancha de extranjeros que vienen a ayudar. “Hay muchos pájaros que quieren aterrizar en Cuba”, explica Eduardo González del Río, rector del Seminario Teológico Bautista Oriental en Santiago de Cuba—“gente que quiere traer su doctrina para ayudarnos”.

“Cuba ha estado cerrada, ahora las puertas se están abriendo”. dice Yaniel Marrero Báez, presidente de la Escuela Evangélica Cubana de Estudios Teológicos en Placetas. “En el pasado, había muy pocas oportunidades para que vinieran visitantes que recibíamos a todos. Pero ahora las iglesias cubanas tendrán opciones para elegir”.

Por ejemplo, los cubanos cristianos ahora están circulando CDs del pastor de una mega iglesia guatemalteca, Cash Luna y otros maestros del evangelio de la prosperidad. “Es una guerra de los medios de comunicación”, dice González. “Tristemente no tenemos buenos cristianos que estén haciendo esto”. El gobierno cubano todavía restringe la industria editorial y el acceso a los medios de comunicación.

En general, los líderes de las iglesias cubanas están ansiosos de colaborar con más iglesias americanas. Pero ellos quieren respeto, a pesar de la desigualdad de tamaño y riqueza.

“Nuestro problema es cuando los extranjeros vienen a decirnos lo que necesitamos hacer. Hemos estado aquí por muchos años, hemos propagado la Palabra bajo muchas dificultades, y hemos podido triunfar”, dice un líder Bautista Occidental. “Nos encanta la idea de colaboración, pero no la de imposición.”

“Estamos en un contexto especial. No podemos copiar lo que el resto del mundo está haciendo,” dice Enoel Gutiérrez Echevarría, presidente del Seminario Evangélico Metodista en la Habana. “Por supuesto no somos perfectos, pero sí somos expertos en Cuba. La iglesia cubana es un ejemplo de avivamiento para el mundo. Lo que otros tengan para ofrecer no debe interrumpir lo que nosotros estamos haciendo”.

Quieren éxito a través de Dios no por ayuda económica

González está feliz con los arreglos que su iglesia tiene con su benefactor principal en Dallas. El enfoque ha sido en capacitación en liderazgo, no en ayuda económica. “Si ellos nos dieran mucho dinero, la gente atribuiría el éxito de nuestra iglesia a la ayuda económica de EE. UU., y no a Dios”, dice él. “Es importante para los americanos no venir como un billete de dólar con pies y cabeza”.

El dinero obviamente sí ayuda, y hay muchas formas de usarlo sabiamente. (“Ayuden a abastecer nuestras bibliotecas”, sugiere un pastor.) Una socióloga dice que un médico que ella conoce gana más dinero trabajando como ayudante de mozo que lo que gana en su trabajo oficial. Pero muchos líderes dijeron que lo que ellos más quieren, es capacitación en liderazgo de trabajo en equipo.

Aunque ustedes puedan ayudar económicamente, lo que nosotros más necesitamos es aprender a cómo trabajar en grupos”, dice un líder del seminario. “La mayoría de los pastores son vistos como jefes y hacen todo. Hay pocos comités”.

Eso es en parte por buena razón, dado a la cultura de vigilancia del régimen de Castro. “No sabemos a quién confiar en grupos. “¿Quién en este mismo salón puede estar al otro lado?”, explica el líder. “La desconfianza hacia los demás está en nuestra sangre. Colaboración es lo que nos falta”.

Preparados para enviar misioneros aunque no tienen dinero

Cuba fue una vez temida como exportadora de la revolución comunista. Ahora está lista para exportar el cristianismo.

Esta primavera, los bautistas enviaron de Cuba sus primeros misioneros de tiempo completo en 54 años. Primero fue Ecuador, donde una pareja de esposos, tan inspirados por Nate Saint y Jim Elliot, llamaron a su grupo de hogar en honor de Punta de Lanza. En seguida es África: se están preparando equipos para Senegal y Guinea Ecuatorial. La última meta es el Medio Oriente y la Ventana 10/40.

Las restricciones gubernamentales de viajar han impedido que las iglesias envíen misioneros, así que las iglesias se conformaron con misiones médicas informales (dado que los doctores cubanos son una de las mayores exportaciones de la isla). “Ahora las puertas se han abierto”, dice un líder Bautista Occidental, “y nosotros estamos muy entusiasmados de que ahora libremente podemos cumplir nuestro sueños”.

Pero el dinero permanece como una barrera. “No tenemos los recursos económicos para enviar a la gente, pero sí tenemos los recursos humanos”, dice González. “Nosotros creemos que Dios nos está preparando algo grande”.

El programa de misiones bautistas, Cubanos a las Naciones, tiene 250 personas en capacitación, dice el director Karell Lescaille. “Queremos aprender cómo otras personas han hecho misiones mundiales y ponerle nuestra salsa cubana [sabor]”.

González dice que en la reunión anual de la Convención Bautista del Sur en junio, los asistentes hablaron de la “crisis espiritual” en los Estados Unidos y de cómo los cubanos podrían ayudar. Tal vez Cuba podría traer un avivamiento en los Estados Unidos”. dice él. “Los Estados Unidos nos trajeron el protestantismo, así que sí estamos endeudados”.

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