CUBA. – Un grupo de jóvenes estudiantes evangelizan clandestinamente en las universidades de Cuba porque en esta nación prohíben las asociaciones de índole religioso en sus instalaciones. Aun así, un grupo de jóvenes estudiantes continúa ganando vidas para Cristo, dentro de éstos centros de estudio, a pesar de los obstáculos.
En las becas universitarias de Cuba se reúnen creyentes de varias denominaciones que son de impacto para la comunidad de jóvenes que cursa estudios superiores. Pero muchos de estos encuentros se realizan clandestinamente. Las autoridades de algunas instituciones académicas prohíben y coartan la libertad de reunión.
Aun así, ellos siguen trabajando para alcanzar a los perdidos. Un miembro del grupo relata sobre lo que hacen en este sentido. “Anualmente realizamos un viaje misionero a alguna zona del campo de nuestro país, lo financiamos y buscamos dar ayuda nosotros mismos. Vamos no solo con la idea de evangelizar sino también de ayudar. Hemos realizado viajes misioneros a lugares tan intrincados como la Ciénaga de Zapata, ahí hemos pasado una semana haciendo la obra evangelística, llevando ayuda”, dice un miembro del movimiento universitario cristiano de Cuba.
“Aprovechamos las posibilidades que tenemos dentro de la universidad, como por ejemplo en los Festivales de Cultura. Ahí tratamos siempre de insertarnos haciendo obras de teatro, alguna canción que deje un mensaje positivo”, añade.
Desde los años 60 del pasado siglo la enseñanza en Cuba es laica. No obstante, la vida de los internos queda fuera de esta o cualquier otra disposición legal, por estar en el plano de las libertades individuales.
La intimidación a la que están sometidos varios líderes de la red se evidencia cuando piden los mantengan en el anonimato y así evangelizar clandestinamente, porque les preocupa que sus declaraciones y la denuncia de este reportaje pongan en peligro la existencia del movimiento. Ese es de los principales motivos por los que el tema no ha salido a la palestra pública anteriormente.
En una universidad politécnica, por ejemplo, varias veces se han visto obligados a cambiar los lugares de oración y lectura bíblica, evitando una intervención de las autoridades institucionales.
Este es un cuadro que también se repite en otros centros educativos, incluso de la enseñanza media. No obstante, el grupo permanece en su visión.
“Aprovechamos los momentos en que no tenemos clases y nos reunimos en lugares cercanos a la escuela; y esto ocurre quizás dos o tres veces a la semana. Aparte de los encuentros que tenemos internos en la escuela, hacemos cultos lunes de por medio en iglesias de la ciudad junto con otras universidades”, comenta un miembro del movimiento universitario cristiano de Cuba.