NOTICIACRISTIANA.COM.- Rochelle Glover soportó muchas pruebas en su vida antes de aceptar plenamente a Cristo. Después de tener hijos a temprana edad, sufrir abusos y servir en la Guerra del Golfo, fue en prisión donde Dios alivió sus temores de abandono y rechazo que la embargaron desde la infancia.
«La prisión me salvó la vida porque me puso en un lugar donde Dios, me puso bajo arresto en mi corazón, para que realmente pudiera descubrirme a mí misma, pero junto con Él», dijo Glover a The Christian Post. «Y simplemente la obra del Espíritu Santo y lo que hizo por mí fue transformador».
Durante su niñez, Glover iba a la iglesia todos los domingos con sus padres, pero no tenía una relación profunda con Dios. Durante su infancia, Glover sufrió sentimientos de inestabilidad, ya que su familia se mudaba con frecuencia. Cuando se graduó de la escuela secundaria, la adolescente Glover ya era madre de dos hijos.
Después de terminar la escuela secundaria, Glover se unió al ejército de los EE. UU., donde sirvió tres veces en la Operación Tormenta del Desierto.
Durante su servicio, conoció y se casó con su primer marido, quien, según ella, abusó de ella durante todo su matrimonio, una verdad que Glover trató de ocultarles a sus hijos. La pareja se mudó a Crossville, Tennessee, después de casarse a principios de la década de 1990.
Encarcelamiento y redención
En 1999, Glover fue encarcelada en una prisión de Nashville, situada a horas de su familia. Glover dijo que, a petición de su marido, abrió cuentas ficticias que parecían empresas, que él utilizó para realizar actividades fraudulentas. Glover fue acusada de robo de 50,000 dólares y condenada a 14 años de prisión.
Durante su encarcelamiento, un voluntario que dirigía un estudio bíblico con Prison Fellowship, un ministerio fundado por el difunto Chuck Colson que lleva programas ministeriales a las prisiones de todo el país, visitó a Glover y le dio una Biblia.
«Esa Biblia se convirtió en la clave para que Dios tocara mi corazón, y me llevara a un lugar donde no sentía el abandono y el rechazo que había sentido cuando era niña», dijo.
En el momento de su encarcelamiento, Glover tenía tres hijos, de 13 años o menos. Su matrimonio se había disuelto y el padre y la madrastra de Glover se hicieron cargo de los niños mientras ella cumplía condena. Antes de su condena, Glover tenía una buena relación con sus hijos y la separación fue difícil para ambas partes.
Programa Angel Tree
Un sábado por la tarde, los voluntarios de la organización invitaron a Glover a participar en el programa Prison Fellowship Angel Tree.
El programa hizo posible que la madre enviara un regalo de Navidad y una carta escrita a mano a sus hijos, que luego una iglesia local les entregó.
«Me hizo pensar en cómo Cristo vino como un regalo del Padre para nosotros», dijo Glover sobre el programa.
«Y que Él había tomado las cargas de las cosas que yo personalmente y todos en el mundo habíamos hecho, pero sin embargo, ese regalo ayudó a reconciliarme y me dio la relación que tengo hoy con Dios».
Vida después de la prisión
Después de salir de prisión en 2004, Glover comenzó a trabajar como voluntaria para Prison Fellowship y se convirtió en empleada a tiempo completo en 2020.
En 2012, siguió el llamado de Dios para convertirse en ministra ordenada, un camino que la llevó a su actual esposo, un pastor que supervisa a los ministros en el área local.
Hoy, la pareja tiene seis hijos combinados y siete nietos, una bendición que Glover cree que Prison Fellowship hizo posible al exponerla al Evangelio.
«Lo más importante es que entendamos que Dios es un Dios de misericordia y que ve nuestros defectos», afirmó. «Creo que Prison Fellowship Angel Tree entiende esa misericordia».
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