Según el Libro de los Guinness World Records, el más largo aplauso registrado en el mundo, ocurrió el 7 de diciembre del 2002, tras una presentación de la banda alemana Grabowsky.
Los músicos fueron aplaudidos de forma continua durante una hora y media en una presentación en el Club Altes Brauhaus en Frankenthal, Alemania. Después de un largo homenaje, volvieron al escenario y cantaron dos canciones más.
Ahora, un grupo de jóvenes católicos de España, quiere batir ese récord como una señal de despedida al Papa Benedicto XVI. Ellos creen que es una manera de «agradecer y mostrarle gratitud al pontífice por haberse entregado enteramente al servicio de la Iglesia». A través de las redes sociales y los blogs elaplausomaslargo.blogspot.com ha creado una especie de flash mob virtual.
Los interesados en participar están invitados a utilizar una cámara digital o un teléfono celular y grabar su aplauso. Luego solo tienen que enviar la grabación a la dirección de correo electrónico elaplausomaslargo@gmail.com. Las imágenes serán compiladas y publicadas en un solo vídeo enviado al Papa a través de su cuenta en Twitter 28 de febrero.
“El aplauso más largo es una sencilla iniciativa: realizar un vídeo con aplausos de personas de los cinco continentes”, cita el blog que fomenta crear una nuevo record.
El grupo de jóvenes dice que espera que las grabaciones de todas las personas del mundo, católicos y no católicos, reconozcan la importancia del Papa.
Diario afirma que Papa renunció tras escandalo sexuales
Un diario italiano afirmó que Benedicto XVI decidió renunciar luego de que conociera detalles de una investigación interna sobre el alcance de los escándalos por corrupción y sexuales dentro del Vaticano.
El periódico La Repubblica consultó a tres cardenales para corroborar las alegaciones sobre abusos financieros, favoritismos y corrupción planteadas en la publicación de documentos confidenciales papeles, en lo que se llamó Vatileaks.
Los tres cardenales entregaron al pontífice dos volúmenes, de alrededor de 300 páginas, que contenían una imagen precisa del daño y los «peces podridos» en el interior de la Santa Sede. «Fue en ese día, con esos papeles en su escritorio, que Benedicto XVI tomó la decisión una semana antes de Navidad sobre la que había meditado durante tanto tiempo», se indicó.
Los tres cardenales encargados de investigar la fuga de noticias de los sacros palacios fueron el español Julián Herranz -del Opus Dei-, el italiano Salvatore De Giorgi y el eslovaco Josef Tomko, todos de más de 80 años.
El Vaticano se rehusó a comentar la información. El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que no se van a comentar «todas las claves, fantasías y opiniones que haya sobre el tema». Además, ha insistido que la decisión de Benedicto de convertirse en el primer papa en dejar su cargo en los últimos 600 años, tiene que ver con su edad avanzada y no con conspiraciones internas.
Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Gospel Prime
