Crecimiento de Iglesia pentecostal en América Latina preocupa al vaticano

Iglesia

El crecimiento de los movimientos pentecostales, presentes desde inicios del siglo XX en América Latina, fue uno de los temas de la reunión extraordinaria celebrada este viernes en el Vaticano entre más de cien cardenales católicos de todo el mundo.
Ante el Papa Benedicto XVI, el cardenal alemán Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, manifestó su preocupación por el «crecimiento exponencial» de tales grupos.

«Perduran las dificultades con ellos debido a sus métodos misioneros tan agresivos», comentó el purpurado, quien presentó un informe sobre las relaciones con todas las corrientes de protestantes, de carismáticos y de ortodoxos.

El cardenal Kasper subrayó que el movimiento pentecostal cuenta hoy en día con 400 millones de personas y que «no puede ser ignorado».

Las iglesias pentecostales son la rama evangélica con más crecimiento en América Latina, llegando a constituir entre el 80% y el 85% de los protestantes.

Después de los católicos, 1.100 millones de creyentes, los pentecostales, con 400 millones, se ubican en el segundo puesto en número de fieles, por encima de los ortodoxos, que suman cerca de 250 millones.

«Ante todo es necesario que hagamos un examen de conciencia pastoral y nos preguntemos de forma autocrítica por qué tantos cristianos dejan nuestra Iglesia», afirmó el purpurado.

El «desafío» que constituyen tales movimientos ha sido tema de discusión en varias reuniones de obispos, teólogos y laicos en Africa, Asia y en particular en varios encuentros en Brasil y en Argentina, cuyos resultados figuran en el documento final de la asamblea general del episcopado latinoamericano celebrada en Aparecida, Brasil en mayo de este año, a la que asistió el Papa.

«No tenemos que comenzar hablando de lo que no funciona en los pentecostales, sino sobre cuáles son nuestras carencias pastorales», afirmó Kasper.

«¿Podemos reaccionar ante este nuevo desafío con una renovación litúrgica, del catecismo, pastoral o espiritual?», se interrogó el prelado.

El religioso recuerda que ya hace más de veinte años, Juan Pablo II reconocía la fuerza de ese fenómeno, «que no debe ser considerado negativo, porque además de los innegables problemas, testimonia el deseo de una experiencia espiritual», escribió.

El movimiento pentecostal llegó en 1909 a América Latina y se expandió con fuerza, especialmente en los países del Caribe, en el norte de Suramérica y en Brasil.

Con el tiempo han surgido iglesias de carácter nacional, totalmente desconectadas de las de Estados Unidos, e incluso, existen iglesias «híbridas», que integran elementos religiosos tomados del cristianismo protestante, católico e incluso de otras religiones no cristianas como la Iglesia Universal del Reino de Dios, nacida en Brasil.

Los cardenales, reunidos en la Sala del Sínodo, en una especie de preconsistorio, se preparan a celebrar el sábado el segundo Consistorio del pontificado de Benedicto XVI, convocado para la ‘creación’ de 23 nuevos purpurados.

Durante los debates, los cardenales se comprometieron también a proseguir la tarea de «purificación de la memoria» iniciada por el precedente pontífice Juan Pablo II sobre el papel ambiguo de la Iglesia en su historia.

Los cardenales desean igualmente «prestar atención a las formas de comunicación que se usan para evitar herir la sensibilidad de los otros cristianos», sostiene una nota divulgada por la Santa Sede.

Se trata de una respuesta a las críticas que desató un reciente documento oficial del Vaticano en el que la Iglesia católica se define como la «única y verdadera Iglesia de Cristo».

La Prensa

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