EE.UU.- El rapero Kendrick Lamar es considerado un cantante cristiano en ascenso, aunque él no se define, así como lo mencionan. Como evangélico, habla de su fe en sus canciones, pero dice que tiene una queja en relación con las iglesias. El artista cree que deberían dedicarse más a hablar de la ira de Dios, sobre todo con el tipo de sociedad que tenemos hoy.
Ganador de un Grammy, Lamar, de 29 años de edad, se encuentra actualmente en la cima de las listas seculares en los EE.UU. con su nuevo álbum «Damn». En una entrevista con Christian Post espetó: «Yo estuve en una iglesia cerca de mi casa desde hace algún tiempo, y la programación me asustó. Algo que veo desde que era un niño. Hay alabanza, danza y adoración, que es algo hermoso. Luego vino el pastor a verter su discurso que la bendición de alguien está por venir. Sólo se vende la idea de la esperanza».
El rapero dice que salió del culto con una sensación de vacío cuando escuchas este tipo de sermón. Él explica que él ha estudiado ampliamente la Biblia sólo y reveló que las iglesias que sienten «espiritualmente insatisfechas». Insiste en que descubrió una «simple verdad», pero de la cual hacen caso omiso. «Mientras Dios es amoroso y misericordioso, también es un Dios celoso que espera la disciplina y obediencia», dijo él.
Se cree que muchas iglesias optan por no hablar de esta «dura verdad» que puede desanimar a la gente. «Como comunidad, fuimos enseñados a orar cada vez que hacemos errores y que Dios nos perdonará. Sí, esto es verdad. Pero también él nos va a corregir… Queremos saber acerca de la esperanza, la salvación y la redención. Sabemos que su hijo murió por nuestros pecados, pero tenemos el libre albedrío para tomar cualquier decisión que queremos, sin olvidar que Él nos juzgará», recuerda.
Dijo que es su llamado «anunciar el amor de Dios, pero sin olvidar mencionar el temor a Dios». Para Lamar, escuchar a la gente cantando y predicando acerca de lo que le agrada a Dios es muy bueno, pero es el temor (no miedo, temor a Dios: apartase del mal ) lo que hace una relación con Dios más en seria.
«En lo personal, me hace esforzarme más para ganar la batalla interior, porque soy carne todavía», escribió. «Quiero difundir esta verdad a mis oyentes, pues será mi llave para el Reino y el de ellos también».