Tras siete años de trámites en los tribunales, la demanda impuesta por el ateo Michael Newdow para quitar la frase “una Nación al amparo de Dios” del juramento de lealtad estadounidense ha fracasado definitivamente.
La Corte Suprema no atiende la última apelación para quitar del Juramento de Lealtad la frase “Under God”.
Michael Newdow, tramitó dos demandas contra esta frase (y también contra la escrita en el dólar ‘In God We Trust’) ante los juzgados de California y New Hampshire.
“No es sorprendente que el Tribunal Supremo, haya vuelto a rechazar el argumento de que al incluir esta frase, se crea una religión oficial del Estado”, dijo el abogado Eric Rassbach, director de litigios del Fondo Becket, que defendía el juramento en la corte como parte coadyuvante.
La Corte Suprema de los Estados Unidos, se ha negado a escuchar la apelación de la demanda que cuestionaba la constitucionalidad de la frase (Under God en inglés). El juramento se pronuncia en las escuelas ante la bandera y desde 1954 se incluye la mención explícita a Dios.
Por su parte Carl A. Anderson, de los Caballeros de Colón, que también jugó un papel como “coadyuvante demandado” en el caso, señaló que esas palabras “expresan una creencia fundamental que hemos tenido como nación desde su fundación”. “La idea de que esto de alguna manera viola la Primera Enmienda ha sido firmemente rechazada por los tribunales, y la Corte Suprema ha permitido que ambas decisiones se mantuvieran. Se trata de una victoria del sentido común”, recalcó Anderson.
La Corte Suprema, ofrece así una victoria a los movimientos cristianos que lucharon por el mantenimiento de la mención «Under God» y que utilizaron sus influencias al más alto nivel para conservarla luego de que esta fuera declarada anticonstitucional por la Novena Corte de Apelaciones de California.
Los grupos que lucharon por mantener al nombre de Dios en el juramento estadounidense tenían el apoyo de parte importante de la población ya que, según un sondeo de Ipsos-Public Affairs publicado el 24 de marzo de 2004, el 87% de los estadounidenses piensa que la frase debe mantenerse en el juramento. Este resultado puede explicarse también por el simple hecho que hace ya 50 años que los escolares recitan diariamente el juramento.