Funcionarios municipales de Holanda, rehúsan casar a parejas del mismo sexo, así que la Cámara Baja ha votado en su contra, lo que podría provocar el despido de estos, quienes advirtieron que de ocurrir dichos despedidos, acudirán masivamente a los tribunales.
Holanda, ha hecho un cambio muy radical respecto a las uniones civiles gay porque desde el 2001, el “matrimonio homosexual es lega en Holanda, sin embargo, los funcionarios (unos cien empleados) que registran las uniones entre las parejas alegan que por objeciones de conciencia, rehúsan firmar un acta de matrimonio homosexual.
“Si leo la Biblia como creo que debe ser interpretada, lo que veo ahí es que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Personalmente le otorgo tanto valor al matrimonio que no puedo colaborar en casamientos que no estén respaldados por la Biblia”, dice Teus Kool, funcionario del registro civil de la municipalidad de Neerijnen, en Güeldres.
La Cámara Baja, considera que este tipo de criterios es inaceptable. La ley está por encima de las creencias religiosas, y quien no cumple la ley está cometiendo un delito. La consecuencia última, en este caso, puede ser el despido.
“Usted puede cumplir cualquier función, tener cualquier credo religioso, pero si su tarea es celebrar matrimonios, debe cumplir su tarea con todo tipo de matrimonio”, Jasper van Dijk, diputado del Partido Socialista.
Una de las municipalidades que cuenta con varios funcionarios contrarios al casamiento homosexual es Urk, una pequeña aldea de pescadores en el centro del país, con una población tradicionalmente cristiana. De los siete funcionarios del registro civil, cuatro se niegan a unir legalmente a parejas del mismo sexo, y cuentan con el apoyo del concejo municipal. Aquí la posibilidad del despido no existe.
Es más, Urk envió una dura carta a la Cámara Baja en la que piden que este tipo de funcionarios pueda seguir trabajando sin ser cuestionados.
Una investigación reciente muestra que la gran mayoría de estos funcionarios nunca ha recibido la orden de celebrar un matrimonio homosexual. Solo un pequeño grupo se ha visto en la situación de rechazar a una pareja del mismo sexo. Por lo tanto, no habría ningún motivo para amenazarlos con el despido. Y si esto llegara a suceder, recurrirán todos juntos a los tribunales de justicia.