El Tribunal Supremo decidió el viernes (26 de junio) legalizar el matrimonio gay en los Estados Unidos en una votación 5-4. El histórico fallo que anuló la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo en 13 estados, es ahora una mayor preocupación para muchos cristianos que están a favor de que el matrimonio debe ser reservado para un hombre y una mujer.
Los líderes evangélicos están hablando en respuesta a la decisión que cambió la historia de América para siempre.
Russell Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur instó a los cristianos a no entrar en pánico.
En el blog del sitio web del Washington Post, Moore escribió: «El Tribunal Supremo puede hacer muchas cosas, pero el Tribunal Supremo no puede mandar a Jesús de regreso a esa tumba. Jesús de Nazaret sigue vivo. Él sigue siendo llamado rey del universo».
«No podemos asumir que las personas están de acuerdo con nosotros, o incluso entendernos. No vamos simplemente a hablar de matrimonio en términos de valores, cultura o florecimiento humano. Vamos a hablar de matrimonio, en la forma en que Jesús y los apóstoles nos enseñaron, tan ligado con el evangelio en sí, que es una imagen de la unión de Cristo y su iglesia (Efesios 5:32.)».
Franklin Graham, presidente de la Asociación Evangelística Billy Graham y de Bolsa del Samaritano, dijo que el Tribunal Supremo no tiene la autoridad de redefinir el matrimonio.
«Con el debido respeto al Tribunal, no definió el matrimonio, y por lo tanto no tiene derecho de volver a definirlo», escribió Graham en su página de Facebook.
«Mucho antes de que nuestro gobierno llegara a existir, el matrimonio fue creado por aquel que creó al hombre y la mujer: Dios, el Todopoderoso y sus decisiones no están sujetas a revisión por un tribunal hecho por el hombre. Dios es claro en su definición del matrimonio en su Santa Palabra: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne», (Génesis 2:24)», dijo Graham.
Tony Perkins, presidente del Family Research Council también condenó la decisión. Él dijo que «cinco jueces del Tribunal Supremo de Justicia han anulado los votos de los 50 millones de estadounidenses».
«Ningún tribunal puede revocar la ley natural. La naturaleza y la naturaleza de Dios, aclamado por los firmantes de nuestra Declaración de Independencia como la fuente de la misma ley, no pueden ser usurpados por el edicto de un tribunal, incluso el Tribunal Supremo de Estados Unidos», terminó Perkins.
El presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, Al Mohler, respondió con un llamado a la acción.
«Debemos luchar por el matrimonio como un regalo de Dios a la humanidad. Un regalo central y esencial para el florecimiento humano y un regalo que se limita a la unión conyugal de un hombre y una mujer. Debemos luchar por la libertad religiosa para todos, y enfocar nuestras energías en la protección de los derechos de los ciudadanos cristianos e instituciones cristianas para enseñar y operar sobre la base de la convicción cristiana”.
«No podemos estar en silencio, y no podemos ser parte de la revolución moral que está en oposición directa a lo que creemos que el Creador ha diseñado, dado, y destinado para nosotros. No podemos estar en silencio, y nosotros no podemos dejar de luchar por el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer», dijo.
El evangelista John Piper, fundador de desiringGod.org, lamentó la ruptura de los Estados Unidos y escribió en su blog: «Mi sensación es que no nos damos cuenta que es una calamidad lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Lo nuevo – nuevo para los Estados Unidos, y nuevo para la historia-, no es la homosexualidad. Ese quebrantamiento ha estado aquí desde la caída del hombre».
«Lo que es nuevo, no es ni siquiera la celebración y aprobación del pecado homosexual. El comportamiento homosexual ha sido explotado, deleitado y celebrado en el arte, desde hace milenios. Lo que es nuevo es la normalización e institucionalización. Esta es la nueva calamidad».