CHINA.- El anuncio de un acuerdo entre el gobierno de China y el Vaticano sobre la situación de la Iglesia Católica en el país sería inminente, afirmó Henry Cappello, presidente de la organización Caritas in Veritate International.
Capello, que viaja regularmente a Asia y trabaja en la formación de obispos, dijo que «en China, en muchos lugares, ya se considera un trato hecho». Él tiene cercanía con la Asociación Católica Patriótica China, dominada por el gobierno comunista.
Desde 1951, el gobierno chino está con las relaciones diplomáticas rotas con el Vaticano. Dentro de su política que prevé el control de la religión, las autoridades chinas nombraron obispos sin la aprobación del Vaticano. Con eso, surgió una «iglesia católica clandestina», donde sus líderes no son reconocidos por el gobierno y sufren persecución, como los evangélicos.
Hay abundancia de relatos de fieles católicos y sacerdotes que fueron arrestados, amenazados, perseguidos y agredidos. Como varios obispos chinos aprobados por el Vaticano están llegando a los 75 años de edad deben presentar su renuncia, mientras que otros están muriendo por lo que católicos estarían negociando un acuerdo.
Extrañamente, quien estaría liderando las negociaciones es Joseph Ma Yinglin, nombrado obispo por el gobierno en 2006, pero sin el consentimiento del Vaticano. En la ocasión, fue excomulgado porque fue ordenado obispo sin la aprobación de Roma. Desde 2010, Ma es el presidente de la conferencia de los obispos de la Asociación Patriótica China.
Él propuso que el Vaticano reconozca oficialmente siete obispos que no están en comunión con Roma, incluyendo a sí mismo. Además, en futuras nombramientos episcopales el Vaticano propondría a los nuevos obispos, pero el gobierno tendría la decisión final.
Para Capello esa resolución sería un avance. «Los obispos chinos tendrían una gran voz, pero sabiendo que la Iglesia en China está en una nación comunista, entonces la línea entre la Iglesia y el Estado es muy fina», enfatiza. Para él el papa Francisco «estará construyendo puentes» si firma el acuerdo.
Pero hay muchas críticas, especialmente del cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong. Con una larga carrera misionera en China, siempre ha sido un crítico de los abusos contra los derechos humanos en el país.
En una publicación de su blog el 29 de enero, Zen dijo que buscó al Papa personalmente y cree que «el Vaticano está vendiendo la Iglesia Católica en China». Recordando al pontífice que no podría haber alianza con un «régimen totalitario», y que eso sería como esperar un acuerdo entre José, padre de Jesús, y el rey Herodes.
La respuesta del Vaticano, en un comunicado difundido el 30 de enero, fue que «el Papa está bien informado sobre el diálogo con China, por lo que es una sorpresa y lamentable que se afirme lo contrario por parte de personas de la Iglesia y se alimente así confusiones y polémicas «.
[ Fuente: Catholic News Agency y Catholic Herald ]