Cristianos: Acuerdo de Vaticano con comunismo es «traición»

CHINA.- El acuerdo viene en un momento en que el Partido Comunista de China está violando cada vez más la libertad religiosa en el país.

Grupos cristianos de derechos humanos y algunos obispos católicos han expresado sus preocupaciones por la reciente decisión del Vaticano de permitir que el gobierno chino seleccione candidatos obispos en un momento en que el régimen comunista está reprimiendo la libertad religiosa en el país.

En paralelo a un ‘juramento de lealtad’ de la Iglesia Católica de China al Partido Comunista del país, el Vaticano también ha llegado a un acuerdo provisional con el gobierno chino en Pekín para poner fin a siete décadas de conflicto sobre quién debe nombrar a los obispos católicos en el país comunista. Varios cristianos – activistas de derechos humanos, católicos y protestantes – argumentaron que el Vaticano aparentemente legitimó a China en un momento en que tiene un largo histórico de opresión contra grupos religiosos.

Mientras algunos detalles del acuerdo permanecen desconocidos, los informes del tratado indican que las autoridades chinas enviarán un candidato a obispo al Vaticano y el Papa tendrá la palabra final sobre el asunto.

El acuerdo llega en un momento en que el gobierno secular chino tomó medidas extremas para limitar la libertad religiosa de los cristianos y otros grupos religiosos en el país, ya sea a través de la demolición de cientos de iglesias, obligando a los cristianos a firmar documentos a renunciar a su fe o incluso su campaña para derribar cruces de los templos y quemar Biblias.

Reacción

La organización ‘Christian Solidarity Worldwide’, una ONG de vigilancia de persecución acreditada por las Naciones Unidas, está entre los grupos de derechos humanos que señalaron sus preocupaciones sobre el acuerdo.

«La CSW está profundamente preocupada por el momento de este acuerdo provisional entre el gobierno chino y el Vaticano», dijo el líder del equipo de Asia Oriental, Benedict Rogers, en un comunicado. «Aunque entendemos algunas de las motivaciones detrás del esfuerzo del Vaticano para un acuerdo, hay preocupaciones significativas sobre las implicaciones para la libertad de religión o creencia en China».

Rogers afirmó que si el acuerdo es para tener «valor real», el propio acuerdo debe tener libertad de religión o creencia como uno de sus componentes centrales.

«Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades chinas para que liberen a todos los católicos en China, detenidos en cualquier forma de prisión, y todos los demás detenidos en conexión con sus actividades religiosas pacíficas», concluyó Rogers.

China se clasifica como el 43º peor país del mundo en lo que se refiere a la persecución cristiana, de acuerdo con la Lista Internacional de vigilancia sobre la persecución religiosa, actualizada anualmente por los Puertas Abiertas (EEUU).

La CSW alerta que desde la aprobación del Reglamento de Asuntos Religiosos de China en febrero, las autoridades demolieron al menos 20 iglesias y retiraron o destruyeron al menos 100 cruces de los templos. Además, hubo cientos de detenciones sólo en la provincia de Henan.

La organización observa que la severa represión a la libertad religiosa es parte de una campaña mayor de «Sinicización» (adecuación a los patrones comunistas), a través de la cual el gobierno está sustituyendo los símbolos religiosos por banderas del partido comunista o imágenes del presidente chino Xi Jinping.

Traición

China Aid, otro grupo de vigilancia de persecución al cristianismo, afirma que antes del acuerdo, el clero que era leal al Vaticano y las enseñanzas de la Iglesia Católica lideraba a sus propias congregaciones, en gran parte clandestinas en China. Los obispos que sirvieron a las iglesias no oficiales fueron blancos de una imposición del gobierno para que los obispos indicados por el Partido Comunista pudieran asumir el control de sus iglesias.

«Aunque entendemos la ansiedad del Vaticano en buscar más legitimidad a los ojos del Partido Comunista Chino, este acuerdo no es más que una traición de millones de cristianos perseguidos sufridos en China y en la Iglesia a nivel global», dijo el presidente de China Aid, Bob Fu, en un comunicado.

«Eso podría ser una repetición de lo que sucedió en la Alemania de Hitler, en la década de 1940, cuando la iglesia estatal alemana consintió con la persecución y el genocidio de millones de judíos. Irónicamente, como el Vaticano puede responder con la conciencia tranquila a este acuerdo pacífico, mientras el Partido Comunista acaba de lanzar una guerra velada, prometiendo acabar con católicos y protestantes clandestinos en China».

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